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En el sexto día de actividades del FAOT tuvimos un recital íntegro de canciones mexicanas en composiciones de cuatro grandes nombres de la música nacional de la primera mitad del siglo XX: Silvestre Revueltas (1899-1940), Blas Galindo (1910-1993), Rodolfo Halffter (1900-1987) y Manuel M. Ponce (1882-1948). El recital estuvo a cargo de la soprano Katia Reyes y de la pianista Margarita Muñoz.
Katia Reyes comienza a repuntar en su carrera. Se ha presentado con la Filarmónica de la Ciudad de México y ha tomado un curso de perfeccionamiento vocal con Grace Bumbry en Salzburgo. A lo largo del recital mostró talento expresivo y seguridad en las notas altas, aunque su fraseo no siempre estuvo fino.
Margarita Muñoz tiene una mayor trayectoria. Es una pianista bien preparada que cuenta con estudios en la Universidad de las Artes en Filadelfia y con una maestría en acompañamiento por la Universidad de Temple. Es profesora y pianista acompañante en la Escuela Nacional de Música desde hace más de diez años que en esta ocasión, demostró su conocimiento y experiencia.
Luego de Revolución Mexicana, en esa búsqueda de la identidad nacional propia y hasta la mitad del siglo XX, la tendencia estética predominante en el país fue el nacionalismo, que en la música, consistió principalmente en tomar elementos de la canción popular y llevarla al ámbito de la «música culta» buscando así elevar la música del pueblo. Aunque también hubo un nacionalismo indígena pero no tuvo la misma fuerza.
El nacionalismo mexicano tuvo la influencia de diferentes corrientes estilísticas musicales europeas como el postromanticismo, el impresionismo, el expresionismo y el neoclasicismo.
La canción popular mexicana tiene su origen en el siglo XIX, una época en que la literatura romántica española influía en México con temas melancólicos y fantasiosos de un sentimentalismo exacerbado donde recurrentemente aparece algún elemento de la naturaleza.
El recital de Katia Reyes y Margarita Muñoz comenzó con “Cinco canciones mexicanas” (El caballito, Las cinco horas, Canción tonta, Canción de cuna y El lagarto) de Silvestre Revueltas, canciones compuestas en 1935 con letra de Federico García Lorca (1898-1936) quien sería asesinado un año después durante la guerra civil española.
Después “Cinco canciones” por Blas Galindo: Paloma querida, Mi querer pasaba el río, Fuensanta, Madre mía cuando muera y Arrullo. En esta última, escuchamos a una Katia Reyes cantando con una calidez que nos apapachó.
Después vinieron canciones de Rodolfo Halffter que si bien nació en España, tuvo que exiliarse en México debido a la guerra civil. Le agradó el país y se naturalizó mexicano. En esta ocasión interpretaron su ciclo de cinco canciones “Marinero en tierra” con letra de Rafael Alberti (1902-1999), en ellas es evidente la influencia de la música española.
El recital terminó con música de Manuel M. Ponce a quien se le considera el padre del nacionalismo musical con “Cinco canciones mexicanas” (Ah, qué bonito…, A tus amigos…, La pajarera, Cerca de mí y A la orilla de un palmar) y la bella y célebre Estrellita en una muy buena interpretación por parte de Katia y Margarita que el público agradeció al finalizar este bonito recital.
