Desde ayer es la pintura más cara del mundo: fue comprada en una subasta por 119 millones 922 mil 500 dólares. Se trata de El grito, Edvard Munch, que en el remate de la casa Sotheby’s marcó esta nueva cifra récord y superó los 106.5 millones de Desnudo, hojas verdes y busto de Pablo Picasso, que el máximo histórico alcanzado hasta ahora para una obra de arte.
Es la única de las cuatro versiones del cuadro que estaba en manos privadas y en el emocionante remate se pujó hasta que se dio el martillazo final cuando llegó el valor de la pieza en casi 120 millones de dólares.
La pieza fue realizada en 1895 por Munch como parte de la serie denominada Friso de la Vida y es la más colorida y vibrante de las cuatro y la única cuyo marco fue pintado a mano por el artista. Con las ganancias se construirá un nuevo museo, un centro de arte y un hotel en la ciudad noruega de Hvitsten.
Simon Shaw, director de la subasta organizada por Sotheby’s, dijo que la obra del pintor noruego (1863-1944) “define la modernidad y es instantáneamente reconocible, porque es una de las pocas imágenes que trascienden la historia del arte y que tienen un alcance global, quizás sólo detrás de La Mona Lisa”.
La obra de Munch batió así el récord histórico de 106.5 millones de dólares que ostentaba desde 2010 el cuadro de Picasso, durante una velada en la que tras colocarse de momento veinte de los 72 lotes previstos Sotheby’s llevaba recaudados unos 232 millones de dólares.
El cuadro pertenecía a Petter Olsen, cuyo padre fue amigo, vecino y empleador de Munch, y, en ese sentido, Shaw señaló que se trataba de “una oportunidad sin precedentes para comprar una obra de semejante influencia”.
MÁS SUBASTAS. Otras obras que despertaron gran interés durante la subasta fueron Mujer sentada en una butaca, un retrato de Pablo Picasso en el que el pintor español representó a su musa y amante Dora Maar, vendido en 29,2 millones de dólares, o Primavera necrofílica, de Salvador Dalí, por la que se pagaron 16.3 millones.
También Cabaña sobre los árboles, de Paul Gauguin, que se vendió por 8.4 millones, Bañista en taburete rojo y Dos mujeres, de Picasso, en 2.7 millones y 2 millones de dólares respectivamente, y el cuadro Cabeza humana, de Joan Miró, vendido en 14.8 millones de dólares.