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Con presencia de la autora, en Cajeme fue presentado el libro “Los irredentos parias. Los yaquis, Madero y Pino Suárez en las elecciones de Yucatán, 1911” de la historiadora e investigadora del INAH Sonora Raquel Padilla Ramos.
La directora de Cultura de Cajeme, María Trinidad Ruiz Ruiz, quien fue moderadora en la presentación del libro, comentó que el libro habla de todos los sufrimientos y vejaciones que sufrieron los yaquis cuando fueron desterrados de su río, su tierra y su gente.
La obra, que es el fruto de una exhaustiva indagación en el Archivo General del Estado de Yucatán; en periódicos y revistas de la época y testimonios orales en ese estado, investigación que da respuestas a preguntas sobre cuáles fueron las condiciones sociales y políticas bajo las que los yaquis fueron relevados de los trabajos forzados a los que eran sometidos en las haciendas henequeneras de Yucatán, expuso.
“Si somos un poco conscientes, este libro nos servirá para comprender muchas de las situaciones que hoy en la actualidad algunas personas comentan acerca del por qué los yaquis son así, desconfiados y muchas cosas más”, mencionó.
El presentador, Francisco Ramírez Arroyo, llevó a los asistentes a un recorrido por distintos pasajes del libro y mencionó que la obra es un eco de la vida que llevaron los indígenas yaquis desterrados a Yucatán y su intento por regresar a sus tierras en Sonora.
Comentó también anécdotas que la autora maneja en el libro, como la de una indígena yaqui que mata a su propio hijo pequeño, como una manera de liberarlo de una prisión a la que sería condenado; la percepción de la etnia en cuanto a la edad en la que los menores aún no tienen alma y por lo tanto este hecho no se considera asesinato, así como el suicidio de muchas mujeres para evitar el sufrimiento del cautiverio al que eran sometidas.
Expuso además la tendencia de la prensa de la época en aquel estado en relación con la etnia, y criticó a Madero y Pino Suárez, que utilizaron a los indígenas yaquis para sus fines electoreros únicamente.
La autora hizo alusión a las peripecias que pasó para lograr la publicación del libro, hasta que finalmente en 2011 el INAH se lo publicó.
Mencionó Padilla Ramos que fueron miles de yaquis los deportados a Yucatán desde 1900, debido esto a la guerra con el Estado mexicano por la defensa de sus tierras, motivo por lo cual se les persiguió, mató y despojó de sus bienes, les quitaron a sus hijos para llevarlos a Yucatán como prisioneros de guerra y se les obligó a trabajar en las plantaciones de henequén.
En los años 1907 y 1908, dice, fueron los años pico, cuando sumaron cerca de ocho mil yaquis trasladados de esa manera y en 1911, con el advenimiento de la Revolución Mexicana fueron liberados de las haciendas henequeneras para fungir como grupo de choque en defensa del proyecto de Madero y Pino Suárez –este último era candidato a gobierno de Yucatán--.
Expuso que si bien no hubo una política de repatriación formal, se había establecido el compromiso de que los integrantes de la etnia serían liberados y volverían a Sonora, pero esto no ocurrió; Madero y Pino Suárez les habían prometido un barco que los recogería en Puerto progreso para ser regresados a su estado, el cual nunca llegó. Sólo 44 yaquis fueron repatriados de los cerca de ocho mil desterrados, afirmó.
La profesora investigadora del Centro INAH-Sonora comentó que el resto regresó a Sonora con sus propios medios; muchos murieron en el destierro y otros se quedaron en Yucatán porque ya habían creado una familia o tenían compromisos allá.
