Una de las señas de identidad de la cultura mexicana es sin duda la música, y dentro de ella el mariachi es la figura de referencia. Por ello, se ha decidido crear la primera escuela oficial de mariachis para profesionalizar lo que hasta ahora era considerado como un estilo de vida.
A partir del 8 de octubre darán comienzo las clases en este «conservatorio», en el que alrededor de 70 jóvenes buscarán obtener un título profesional.
El programa lectivo tiene previsto impartir clases tales como historia del mariachi o sesiones de entrenamiento auditivo.
Una de las asignaturas que más alternativas ofrece es la de técnica instrumental, donde los estudiantes podrán elegir entre los instrumentos típicos de esta vertiente musical: vihuela, guitarra, guitarrón, violines y trompetas.
Una vez concluído el curso de formación, que dura tres años, todos los alumnos de la escuela podrán presumir de ser un mariachi «licenciado». Con esto se pretende que «se les reconozca como músicos, que tengan un certificado» ha declarado Leticia Soto, directora del centro y etnomusicóloga graduada por la Universidad de California en Los Angeles, UCLA.
La apertura de esta escuela se da en un momento especial para México y para la gente que ama este estilo de música, ya que la Unesco declaró al mariachi Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad hace tan solo unos meses. Un nombramiento que viene a reconocer la gran influencia de la musica mariachi dentro y fuera del país y cómo con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los símbolos del país.
«El mariachi se trae en el corazón»
El mariachi, con más de 200 años de historia, es uno de los ritmos más conocidos en todo el mundo. ¿Quién no ha escuchado alguna vez el famoso «Cielito lindo» o «El rey»?. Donde si lo escuchan, y casi a diario es en la emblemática plaza Garibaldi, en Ciudad de México, epicentro de los amantes de la ranchera, el corrido o el bolero. Allí se concentran decenas de mariachis que hacen las delicias de turistas y transeuntes.
La creación del centro de formación ha levantado resquemor entre algunos de los mariachis que allí se congregan. «No hay necesidad de escuelas, esto se trae en el corazón», ha afirmado uno de estos mariachis con más de 40 años de experiencia, puesto que esta cultura musical se considera un estilo de vida.
De todas formas, tanto la creación de la escuela como los grupos de mariachis extendidos por México y en todo el mundo harán que los aromas que desprende este género en sus letras y melodías sigan sonando a lo largo de la historia.