Este próximo miércoles 23 de abril en Biblioteca Pública se presentará la película “La pianista” (Francia, 2001) basada en la novela de la escritora, premio Nobel de Literatura Elfriede Jelinek, y realizada por el controvertido director Michael Haneke (Amour, Funny Games). Esta película ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes en la edición del 2001.
La cinta narra la vida de Erika Kohut, una maestra de piano de mediana edad, que lleva una solitaria vida con su dominante madre que la mantiene reprimida. Schubert es uno de sus compositores favoritos pero la vida de la música no le satisface ya que a pesar de su prestigio, su talento no le alcanza para ser una concertista. En sus ratos libres visita sex shops a consumir pornografía y a espiar gente teniendo sexo en cines.
Su cada vez más acentuada adicción al sexo la sumerge en un infierno personal mientras en el inter conoce a un joven y talentoso alumno que la acompaña a una espiral de perversión y sexo.
La premisa de la controvertida cinta nos ofrece una mirada al lado oscuro del sexo, y todo lo que puede implicar: La protagonista tiene tendencias sádico-masoquistas. Este perfil de la maestra es el punto de partida para que la narración explore el sexo en la vida moderna, girando en un ambiente de “Alta cultura”. Erika es un prestigiosa maestra de música, donde supuestamente el buen gusto por lo clásico y el arte forman a personas sensibles. Idea que se desecha en la cinta: Erika es una fría y cruel persona, sólo es dócil ante su represiva madre –relación madre/hija que recuerda a la película “El cisne negro”-
Hay una escena que resume bien el espíritu de la cinta: mientras Erika camina en un centro comercial rumbo a una sex shop, en el fondo se escucha una melodía de Schubert. Ella va al compás de un pieza “bella, sensible y universal” mientras va consumir pornografía de una manera gélida. Ejemplo de cómo se plantea con cierta sutil ironía el mundo de la “Alta cultura”.
La cinta es perturbadora en el sentido que el tratamiento del tema del sexo, no existe un gozo completo sino que es expresión autodestructiva de un personaje reprimido. Hay escenas crudas, explicitas, pero en el sentido de hacer una crítica a la sociedad occidental y a las formas comerciales y banales de mostrar la sexualidad en el cine. Aquí el sentido es de conmocionar al espectador para despertar la reflexión de lo que lleva a actuar a la protagonista de una manera “enfermiza” en su acercamiento a sus deseos.
Sin duda, cinta que provoca reflexionar sobre la condición de las pasiones en el mundo contemporáneo. Sondea, sin pudor, el animal psíquico que tenemos escondido en algún oscuro recoveco de nuestra mente y la cinta lo saca a la luz como si fuera diván del psicoanalista.
“La pianista” se proyectará para el público el próximo miércoles 23 de abril a las 7:00 p.m. en la Biblioteca Pública. Admisión libre. Clasificación: Sólo adultos.