• Banner
  • Banner
  • Banner
Lunes 25 de Nov de 2024
El tiempo - Tutiempo.net

La música y el sexo

Philip Ball / BBC
Martes 06 de Mayo de 2014
 

Los seres humanos llevan haciendo música desde hace por lo menos 40.000 años.

Los instrumentos más antiguos conocidos son flautas hechas con huesos huecos de animales. Lo que está menos claro es por qué hacemos música.

Una de las teorías más duraderas fue propuesta por Charles Darwin, que sugirió que, como con el canto de los pájaros, el motivo principal de la música es el sexo.

"Las notas musicales y el ritmo", escribió en El origen del hombre, "fueron adquiridos al principio por los ancestros masculinos y femeninos de la humanidad con el propósito de cautivar al sexo opuesto".

Ahora han aparecido evidencias que parecen apoyar la hipótesis de Darwin en un estudio del psicólogo Benjamin Charlton de la Universidad de Sussex en Brighton, Inglaterra.

En su experimento, comprobó que las preferencias sexuales de las mujeres cambiaban durante su ciclo menstrual y que, en el punto más fértil del ciclo, preferían compositores de música más compleja, que quizá podrían ser considerados parejas más capaces.

Pero, ¿qué credibilidad tiene la noción de que hacer música está relacionado con el sexo?

Comencemos por el principio: ¿qué es tan especial acerca de la música? Primero, todas las culturas conocidas han tenido música, incluso aquellas que no tenían lenguaje escrito.

Es un rasgo humano completamente universal.

En segundo lugar, la música, al contrario que por ejemplo cocinar, la agricultura, hablar o criar una familia, no tiene ningún beneficio.

Por supuesto, nos encanta, nos llena de alegría o nos lleva a las lágrimas, nos da euforia y bailamos, pero no muestra ninguna ventaja evolutiva obvia ni tangible.

No faltan las ideas sobre por qué surgió entre nuestros ancestros.

Algunos creen que la música comenzó como forma de promover la cohesión social, un papel "tribal" que todavía hoy persiste.

Otros dicen que comenzó con las canciones de la comunicación materno-filial, una exageración de tonos en los arrullos al bebé que todas las personas del mundo practican.

También están aquellos que piensan que la música y el lenguaje estuvieron una vez fusionados en una forma de comunicación compuesta denominada "musilenguaje", de la cual la música se dividió como vehículo de emociones, mientras que el lenguaje se convirtió en significado semántico.

Supervivencia del más sexy

La noción por parte de Darwin de la música como agente de selección sexual sigue siendo una de las teorías preferidas, en particular porque tiene su nombre al lado.

Él consideraba la selección sexual como auxiliar de la selección natural: era la "supervivencia del más sexy", sin importar que los atributos sexuales tuvieran otras ventajas para la supervivencia.

Según esta posición, la destreza en el canto y en crear música funcionaría como la cola del pavo real: inútil, incluso una molestia, pero llama la atención.

Es concebible que dichas exhibiciones sexuales ofrezcan pistas verdaderas sobre la idoneidad genética.

El pavo real macho podría estar diciendo: "Soy tan musculoso que puedo sobrevivir incluso aunque esté cargado con esta cosa absurda".

De igual modo, un músico capaz de crear música compleja y hermosa podría estar mostrando su conocimiento, destreza y fortaleza superiores.

De acuerdo a esta lógica, enamorarse de un músico habilidoso tiene sentido en cuanto a la evolución.

El vínculo entre el sexo y la música podría parecer irrefutable.

Las estrellas del rock y del pop están rodeadas de bandadas de admiradores sexualmente disponibles en la cima de su fertilidad, y nadie hizo la guitarra más explícitamente fálica que Jimi Hendrix.

Y no es solo un fenómeno del rock o del pop modernos: las actuaciones de Franz Liszt, el pianista, compositor y director húngaro, también extasiaba a las mujeres, y un estudio publicado en el año 2000 resaltó que en los conciertos clásicos había considerablemente más mujeres en los asientos cercanos a las (predominantemente masculinas) orquestas que en las filas traseras.

También hay pruebas anecdóticas que sugieren que la calidad de la interpretación de la música declina después del sexo.

Por ejemplo, Miles Davis quería que los músicos fueran célibes antes de grandes conciertos para mantener su calidad.

Y en caso de que esté pensando en que ser músico no hizo mucho por la supervivencia de Hendrix, Jim Morrison o Kurt Cobain, tenga en cuenta que, como Darwin señaló, algunas aves macho terminan muriendo de agotamiento al cantar en la época de reproducción.

Vale la pena el riesgo por convertirse en un modelo sexual (después de todo, Hendrix tuvo tres hijos).

Un origen de selección sexual de la música podría también ayudar a explicar el aparente impulso hacia la diversidad, creatividad y novedad de muchos cantos de pájaros macho que desarrollan grandes repertorios y variedad en un esfuerzo por producir la señal de apareamiento más atrayente.

Y el exceso de la cola del pavo real, resultado de una tendencia desmedida comprobada en la selección de características sexuales, ¿no parece similar a las torres de amplificadores y altavoces, la pirotecnia, los trajes estrafalarios?

Para resumir, ¿no podría explicar el fenómeno que es Kiss?

Pero parte del problema de la idea de Darwin es que es demasiado atractiva, e invita a proporcionar pruebas por medio de las anécdotas.

Las canciones en las culturas anteriores a la escritura no son de ninguna manera los equivalentes tribales a la canción Let s Spend the Night Together ("Pasemos la noche juntos").

Aquellas de los aborígenes australianos, por ejemplo, expresan los sentimientos del cantante como miembro de la comunidad.

La mayoría de la música occidental en la Edad Media era practicada por monjes supuestamente célibes.

Y en algunas sociedades africanas, los músicos son considerados vagos y no fiables, y por lo tanto, material pobre para el matrimonio.

Las buenas evidencias científicas de la selección sexual en música han sido escasas y equívocas.

Si las mujeres escogen compañeros sexuales sobre la base de rasgos creativos o artísticos, uno esperaría cambios en sus preferencias durante la cima de la fertilidad.

Un estudio de 2006 halló que los hombres aparentemente creativos eran favorecidos en ese momento concreto.


Ciclo de la atracción

Entonces, ¿qué añade el último estudio? Charlton razonó que la complejidad de la música de un compositor masculino podría considerarse un indicador de su creatividad y capacidad para aprender comportamientos complejos, y por lo tanto esto podría también afectar a la elección sexual femenina.

Anteriormente vio que la ovulación no parece afectar a las preferencias de las mujeres por la complejidad de la música per se.

Pero ¿y sobre los compositores en sí mismos?

Charlton dividió su grupo de 1465 mujeres adultas participantes en el estudio en aquellas con riesgo alto y bajo de concepción en el momento de las pruebas, según la propia información de ellas sobre su ciclo reproductivo.

Les hizo escuchar varias melodías cortas, compuestas para el experimento, de diversos grados de complejidad.

Primero pidió a algunas de las participantes que calificaran la complejidad de la melodía para asegurarse de que podían hacer esto de forma fiable.

Después preguntó a un grupo diferente cuál de los supuestos compositores (masculinos) de una pareja de melodías de complejidad diferente preferirían como compañero sexual a corto o a largo plazo.

Un número significativo mostró una mayor preferencia por el compositor de la pieza más compleja, pero solamente en el grupo de alto riesgo de concepción, y solo como compañero a corto plazo.

Ahora, los números son números: parece que algo conectado al ciclo reproductivo cambiaba efectivamente las preferencias en esa situación. Pero ¿qué?

Los resultados, dice Charlton, "apoyan la opinión de que las mujeres usan (o ancestralmente usaban) la capacidad de los compositores masculinos para crear música compleja como criterio para la elección de hombre".

Eso, en cambio, sugeriría que la complejidad musical en sí misma surgió de una carrera armamentística en la que los músicos se esforzaban cada vez más por probar su destreza y cortejar a una compañera.

Sin embargo, aunque los resultados de Charlton son interesantes, están lejos de ser concluyentes.


Por ejemplo, la música más compleja, según algunos estudios, es el gamelán indonesio, que se encuentra entre las más sociales, devotas y no sexualizadas de toda la música del mundo.

También hay pocas evidencias que sugieran que la música ha mostrado una tendencia firme hacia una mayor complejidad.

Y es muy difícil desenmarañar las preferencias de un oyente por un compositor de sus preferencias por la música real.

Esto último, en general, muestra un pico de "complejidad preferida", más allá de la cual, la preferencia se reduce.

Cuando la música de los Beatles se volvió más compleja, por ejemplo, sus ventas bajaron.

Y esto es incluso antes de que entremos en el asunto turbio de cómo las capas culturales influyen en las conjeturas que las mujeres podrían hacer sobre compositores ficticios, basándose en un pequeño fragmento de "sus" melodías.

Se requiere más trabajo entonces, o en otras palabras, si la música es el alimento del amor, que siga sonando.

Política de Privacidad    Copyright © 2006-2024 InfoCajeme.com. Todos los Derechos Reservados.