En el cine, los viajes simbolizan el tránsito entre un estadio vivencial hacia una nueva perspectiva existencial.
Es la ruta de la road movie o “película de carretera”: recorrer una serie de sitios y experiencias que conducen a los personajes al cambio interno, al autoconocimiento conciliador o redentor.
Del cine mexicano, otras rutas memorables en la búsqueda del yo, la ubicación del otro y la contemplación del todo: Los Caifanes; Bajo California: el límite del tiempo; Por la libre, Y tu mamá también, Los insólitos peces gato; Ciclo, érase una vez un viaje o La jaula de oro.
Los Caifanes (1966), de Juan Ibáñez
La ciudad de noche, territorio desconocido para una pareja burguesa (Julissa y Enrique Álvarez Félix) que lo descubren de la mano de los Caifanes una banda perteneciente a la clase popular. La Real Academia Española define Caifán como sujeto preeminente en un barrio de la ciudad. Se enfilan a parques, centros nocturnos, monumentos, fondas y a una funeraria. La pluma de Carlos Fuentes delinea un entrañable perfil de la urbe y sus mundos en un filme de la ola renovadora del cine experimental convocado en 1965 y 1967.
Bajo California, el límite del tiempo (1998), de Carlos Bolado
Un bellísimo trayecto hacia la exploración interna y la liberación de culpas. Damián (Damián Alcázar) es un artista plástico que se ve involucrado en un accidente automovilístico de fatales consecuencias. El peso del remordimiento lo enfila a una odisea catártica por los paisajes agrestes de San Francisco de la Sierra, en regiones despobladas, entre armonías rurales y naturaleza cómplice. Mar, desierto y pinturas rupestres lo guían hacia sus ancestros, a la identidad perdida y a la sanación de sus heridas.
Y tu mamá también (2001), Alfonso Cuarón
A este viaje sólo van los que siguen el Manifiesto Charolastra, el cual nos advierte que la neta nunca será el destino final porque es chida pero inalcanzable. Con este aviso, Tenoch (Diego Luna) y Julio (Gael García Bernal) cuya sólida amistad incluye fiestas, mujeres y marihuana, emprenden una excursión a una playa virgen de Oaxaca. Luisa (Maribel Verdú) se une a los viajeros entablando un triángulo amoroso que pondrá a prueba la fraternidad y sus límites .
Ciclo, érase una vez un viaje (2013), Andrea Martínez Crowther
El largometraje rememora el trayecto de México a Canadá realizado en 1956 por los hermanos Arturo y Gustavo Martínez a bordo de sendas bicicletas. Cinco décadas después deciden repetir la hazaña con años, vivencias y otra mirada a cuestas. El desplazamiento da cuenta del paso del tiempo, del reencuentro con paisajes, lugares, personas, experiencias inéditas y la revelación de secretos de familia. Los viajeros que parten no son los mismos que regresan, como afirmaba el escritor escocés Robert Louis Stevenson: “No hay tierras extranjeras. Quien viaja es el único extranjero”.