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“Hemingway tenía una actitud de gran juerguista, macho que iba a cazar leones a África, donjuán impenitente, aficionado a ir a las guerras y estar cerca de los escenarios de violencia, esquiador, devoto de la pesca, una especie de hombre de acción machista tipo Indiana Jones. Pero era una coraza, un disfraz que se ponía para que lo dejarán en paz en su trabajo literario, que era muy riguroso, exigente y del que no quería hablar”. Juan Villoro
Es considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, ganador del Premio Pulitzer en 1953 y el Nobel de Literatura en 1954.
Nació en Oak Park, Illinois, el 21 de julio de 1899. Fue el segundo hijo del matrimonio entre un médico y una profesora de música.
“Mi escritura no es nada, mi boxeo es todo”, desde muy joven Hemingway destacó en los deportes, sobretodo en el boxeo. Con el tiempo esta práctica se convirtió en la parte más importante de su vida y de su literatura.
Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como corresponsal de guerra para la revista Collier. Estuvo presente en el Día D. Realizó servicio de inteligencia en el pueblo de Ramboullet donde se convirtió en el líder de un grupo paramilitar de soldados francés que se referían a çel como Papa.
Era un gran pescador. Fidel Castro organizó, en 1960, un concurso de pesca en su honor, el Torneo Hemingway.
Al mismo tiempo tenía casas en la Habana, Key West, España y Ketchum, Idaho.
Adiós a las armas, su primera novela y El viejo y el mar, la última, fueron sus mayores éxitos.
Era un perfeccionista, declaró haber reescrito la última página de su novela Adiós a las armas 39 veces antes de quedar satisfechos.
Fue diagnosticado con depresión e internado en la Clínica Mayo, donde recibió terapia de electroshock, que le provocó dificultades para escribir.
Murió el 2 de julio de 1961. Los agentes de policía que llegaron a su casa tras la llamada de una vecina, encontraron su cuerpo, vestido en bata y pijama, con una escopeta calibre 12, de doble cañón a su lado.
