Brillante, reflejando los rayos del sol, así luce la figura de Jesús García Corona "El Héroe de Acozari" después del baño de pintura dorada que ordenó un funcionario municipal.
No es la primera vez en Cd. Obregón que un monumento es repintado con ese tono o en cobrizo y pese a los señalamientos hechos sobre la norma que prohibe pintarlos, cada trienio a alguien se le ocurre que deben estar así porque pintaditos se ven más bonitos y elegantes.
En la moda de la administración actual es posible que se haya pensado en tener un "Jesús García de 100" acorde con los callejones y otras delicias del momento.
Tal vez se pensó que por estar en la calle Sufragio Efectivo, cerca de la estación del ferrocarril. los automovilistas foráneos que deben pasar por esa calle admirarán lo bien cuidaditos que están los monumentos en esta ciudad. Y a lo mejor hasta piensan que está chapeado de oro, digo, uno nunca sabe.
Y qué bueno que no lo pintaron color cobre porque luego luego se lo hubieran robado los cholos que roban medidores y todo lo que esté hecho con ese metal.
No es necesario hacer referencia al mal gusto o a principios estéticos.
Pero esta calamidad cultural seguirá repitiéndose cada tanto tiempo mientras no exista en Cajeme un consejo consultivo que reúna a artistas, promotores y en general personas del ámbito cultural quienes deben elaborar un reglamento para sancionar y evitar que se repita esta barbaridad.