Con el tiempo celebraremos Navidad en otra clase de mundo, con un Zuckerberg Santa Clos barbado y barrigón sobre un trineo ijalado no pof renos, sino impulsado por una batería de Tesla qué dará el Merry Christmas en todos los idiomas del mundo.
Los niños recibirán juguetes digitales entregados no a través de un Santa bajando por una chimenea sino por un enjambre de drones que Santa soltara desde el corazón del cielo nocturno y frío de la city; entre los regalos no faltará un casco con visor cromático de 360 grados de realidad virtual no de motociclista sino de un mundo de la Realidad Virtual: "El Metaverso", y aun cuando el invierno haya dejado de producirse por el Calentamiento Global, habrá nevadas obligando a vestir ropa térmica en pleno desierto.
El Árbol Navideño con toda su parafernalia será también virtual incluyendo a los "Reyes Vagos" y los animales de pezuña que de rodillas adoran a un niño rubio en un pesebre de estrellas de fibra óptica.
La Virgen y San José vienen a ser hologramas interactuando con la materia y seres vivos creados por poderosos centros de cómputo.
Los Villancicos brotarán de un cielo de moléculas vibrando como altavoces, y si por desgracia faltara un familiar, éste compartirá convivencia creado por una considerable cantidad de algoritmos en tiempo real y su correspondiente Base de Datos sobre la persona representada.
Nadie se pasará de copas porque el porcentajes de alcohol de cada bebida será controlado por el software así como la cantidad de Serotonina necesaria para que cada uno de los presentes disfrute de una total euforia controlada; y hasta aquí el rollo my friends" ya me cansé de imaginar una Navidad como una jalada digital demasiado futurista, y describir loqueras que dictan las neuronas cuando las suelta uno a sabanear, porque Dios no lo quiera, si llegamos a esto, la entrañable Nochebuena será un circo tecnológico para la clase alta.
PD Pasen todos felices fiestas. Salud!!!