OSTIMURI CULTURAL II
“Si quieres tener Vacas Sagradas, trátalas como tal”. Akunno el Mattata
Operto aclaración: Los temas que he tratado aquí no tienen nada que ver con una crítica personal hacia la administración municipal y mucho menos al actual director del nuevo y cuestionado (por mí y otros) Instituto Municipal de Cultura de Cajeme, el mestro Enrique Espinosa Pinales.
En mi anterior columna señalé el acierto del mini -homenaje a mi 4o. vate preferido, Juan Manz Alanís, aplaudí el video como muy profesional a pesar de las prisas, el trazado biográfico de Pinales sobre Manz, pero critiqué la organización de una conferencia de prensa sin prensa, como una falta innecesaria al homenajeado, denotó que en los apuros lo que menos piensas, sale bien.
El Ayuntamiento tiene convenios con medios de prensa, ¿para qué hacerla en ese horario donde no puedas asegurar la presencia de los reporteros y no puedas asegurar la participación de personajes de la cultura, que darían lucimiento y acompañamiento digno al agasajado?.
Recalco, que no es mi crítica personal sino cultural lo que mueve la intención de aportar algo más que el obligado granito de arena.
Leí, el mismo día del evento la siguiente convocatoria:
"H. Ayuntamiento de Cajeme 29 de enero, 2024
A TODO EL GREMIO ARTISTICO Y CULTURAL
PRESENTE.
A través de este conducto (digital) se hace la cordial invitación a la presentación del Instituto Municipal de Cultura de Cajeme (IMCCA), el cual tiene como objetivo informar al gremio artístico y cultural los nuevos procesos de esta institución. La cita es, este martes 13 de febrero del presente año en el teatro Sergio Galindo a las 17:00 horas. Al finalizar se realizará un ambigú con el fin de convivir y compartir proyectos.
Sin más por el momento agradezco de antemano su atención, quedando en espera de recibir una respuesta positiva a esta invitación.
ENRIQUE ESPINOZA PINALES
DIRECTOR DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE CULTURA DE CAJEME
DEL H. AYUNTAMIENTO DE CAJEME"
Desde el 29 de enero estaba programada esta invitación a la cual asistieron (y no creo que el ambigú haya sido el motivo de asistencia, o su inasistencia) 39 personas, por ahí: Mi Mara Bientrucha, González Riande, Triny Ruiz,el bluesero Alberto Ruiz, la poeta Sandra Mortis, 5 ó 6 del grupo “El Quehacer Cultural”, el maestro Regino López, La regidora de la cultura Zenaida Salido, los demás, salvo algunos del personal, no los conozco.
Tan importante evento, tan poca gente (lamentablemente).
Le pregunté a mi editor en jefe Sergio Anaya (bueno, de hecho, él la hace de todo) que, si asistiría, y dijo “Seguramente me mandarán una invitación de prensa". Pero no, no mandaron nada.
- ¿Y tú fuiste? -me preguntó
- No, no fui, ¿pooooor?
Pensé: “Si no quieren vacas sagradas, menos aspirantes a becerros”
Enrique no es mi amigo personal, pero no somos enemigos. Hemos chocado alguna vez (recuerdo las revistas, cuando Dommy) pero siempre ha sido un caballero y ha recibido un trato reciproco. Reconozco en él una persona culta y decente. He escrito dos o tres artículos con el tema en cuestión e inclusive me dio entrevista sobre el tema “El famoso instituto municipal de cultura” antes subdirección, dirección dependiente de desarrollo social, trabajo que no quise publicar para que el pudiera, como seguramente lo hizo, tratar el tema en cuestión.
Enrique no es un improvisado, ha estado en algunas administraciones, instituciones, museos y sabe de estas cosas burocráticas. Tiene o debe tener una agenda telefónica con los principales personajes culturales, ya que esa es su materia, para hablarles (de tú a tú a los que considere importantes, aprovechando la relación, el compromiso o la amistad).
En un evento tan importante (si es que en realidad lo tiene y no es solamente una simulación o cambio de denominación) deberían haber asistido las instituciones universitarias, los gremios importantes, los cronistas Bernardo, Humberto, los petakos, pintores, musores, bibliotecos, Apalbas, etc, etc… !Caray! ¡es la cultura! En los políticos lo justifico, pero en los cultureros no.
Sinceramente esperé un llamado personal, pero si a otros no invita, ¿qué se puede esperar a este no tan humilde servidor?
No me puedo quedar con la espada clavada: ¿era necesario poner “se realizará un AMBIGU?” (alguien me contó, no fue por eso). ¿Es la forma de despertar el interés para un evento donde se iba a tratar un tema importante?
Cierre anecdótico: Cuando Juan Manz presentó un libro en Bellas Artes, me tocó acompañarlo, la sala estaba repleta con un cupo de 200 personas aproximadamente, las 5 primeras filas eran personas elegantes, de ahí a hasta el final diferentes, jóvenes mujeres y hombres.
Todo muy formal, se presentó y se leyó el libro, se comentó, aplausos entusiastas por el final, se dio las gracias por la asistencia a personajes y al poeta y fin.
Al fondo del salón había 4 mesas largas con ambigú, sodas, café, vino tinto (10 botellas), de la seis en adelante desaparecieron de mi vista y antes de la ultima despedida, de las mesas había desaparecido hasta los manteles. ¿Qué pasó?, pregunté. “son los de cultura, universitarios, siempre andan de presentación en presentación, muriéndose de hambre los pobres”.
Aquí, seguramente, no fue el caso.
Es Cuanto.