La música tradicional sinaloense es sinónimo de alegría e identidad, me refiero a la “tradicional” no a la que apóloga leyendas violentas, pedas misóginas y demás culturas tumbadas.
En el extranjero el género de música mexicana que más se identifica con el espíritu alegre del mexicano es el de la banda sinaloense, sinónimo de alegría, regionalismo patriótico, recuerdos de historias de la patria chica, “Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando”. “ El Sauz y la palma se mecen con calma, sus hojas se visten de una cara azul”, “Soy del mero Sinaloa donde se rompen las olas”, pero detrás de ellas, hay otras que pintan de cuerpo entero la alegría cultural del costeño de la región noroeste.
Hay en esta música una rica tradición musical de fox trots, marchas, boleros, inclusive, segmentos de música clásica. La música tradicional sinaloense viene de las bandas militares, esa tradición grupal desde el siglo 19, alimentándose de influencias musicales llegadas a sus puertos de bandas militares itinerantes y extranjeros en visitas turísticas, a diferencia de las bandas del sur o el centro con influencia clásica.
Este articulo viene a colación con la problemática turística en Mazatlán a cargo de la molestia de turistas extranjeros que les molesta el ruido (la música sinaloense de banda se caracteriza por la fuerza pulmonar de sus secciones, además de los malabares acrobáticos de la sección de ritmos y la síncopa fundamental: la tuba o sousaphone)
Prohibirla es atacar un derecho humano al trabajo y un ataque a la tradición musical de la zona.
Yo en lo particular disfruto por momentos escuchar una banda de música sinaloense, dos, tres, tal vez una tanda de 6 números, si llevo tres o cuatro cervezas tal vez dos tandas. Pero a un sinaloense o aun turista que va, no a descansar, sino a tirar el estrés, divertirse, es un delito el intento.
Los veteranos como yo, que nos molesta todo, si fuera a Brasil me entretuviera con ver lo artístico y cultural de los carros alegóricos, a las bailarinas…para qué perder el tiempo. Así pasa con los turistas amargados (aunque en su derecho): están en el lugar equivocado.
¿Usted que opina? Es cuánto.