La alegría se vino abajo. La selección mexicana dirigida por Hugo Sánchez tuvo su primer derrota en esta nueva era.
Estados Unidos, el "enemigo histórico", le clavó dos goles que nunca pudieron remontar los verdes a pesar de haber dominado todo el partido.
Pero la historia fue misma de otras ocasiones. Un equipo mexicano dominador de las acciones todo el tiempo pero incapaz de anotar todas las veces que estuvo frente al marco.
En cambio Estados Unidos tuvo dos y las clavó, así de sencillo.
Primero fue Conrad que remató de cabeza un corner y anotó el primero.
A partir de entonces se dejó venir el "torbellino" mexicano que una y otra vez llegó al área rival de manera infructuosa.
Tuvieron muchas oportunidades hasta el final.
Al minuto 42 del segundo tiempo Kikín Fonseca tuvo oportunidad de empatar con una pelota que le pasó por los pies cuando él estaba solo frente al portero.
Casi para terminar el encuentro, el odiado Donovan tomó un balón en media cancha, se quitó a dos defensas de encima y se fue sólo hasta la portería para clavar el segundo gol, el que mató la alegría de los mexicanos.
Ahora vienen los comentarios oficiosos para elogiar las buenas cosas que enseñó la selección de Hugo, pero el epitafio vuelve a ser el mismo:
Jugaron como nunca... perdieron como siempre.
Bruno Cházaro, aspirante a presidencia del PAN Sonora.