El llanto americanista

El América es el ejemplo más claro de un producto creado y sostenido por la publicidad, en particular por la poderosa maquinaria de la propaganda televisiva.

Su reciente derrota por 4 a 1 ante el Libertad de Paraguay, lo ubica como lo que realmente es: Un equipo más.

Pero el inmenso marketing que rodea a este equipo ha convertido a esa derrota en una tragedia del deporte mexicano.

Así ha sido siempre el América. Una organización con mucho respaldo publicitario, y en la cancha un equipo más, con altas y bajas como todos los equipos, pero con la ventaja de que hasta su mediocridad suele ser exaltada.

La goliza que recibió en el “nido”, como dicen ridículamente sus paleros, es una derrota hasta cierto punto normal para un equipo que nunca ha sido cosa del otro mundo.

Lo han querido elevar a la altura de un Boca Juniors, un Santos (de Brasil, por supuesto), un Inter y un Real Madrid. Pero la estatura del América es la de un equipo del montón, con leves destellos de buen futbol que son suficientes para inflar a sus admiradores.

Claro, si usted lee esto no lo comente con sus amigos americanistas porque lo primero que le van a decir es “somos el equipo con más campeonatos después de las Chivas”.

Sí: “después de las Chivas”, subraye usted.

Porque la grandeza de las Chivas, el equipo del pueblo mexicano, queda muy lejos de la mediocridad de este América que con dos o tres triunfos en la temporada actual ya se creía el “nunca visto”.

La derrota por 4 – 1 ante el Libertad que sirva pues para que los americanistas pongan los pies en la tierra.