El riesgo del fracaso
Sergio Anaya
Sábado 16 de Junio de 2007
Mal debut ha tenido Hugo Sánchez como director de la selección mexicana en un torneo oficial.
Todos los partidos amistosos que pudo haber ganado o perdido no cuentan para nada. La única evaluación que cuenta es la que se obtenga de la participación del seleccionado en torneos oficiales como el de la Copa de Oro, que ha sido hasta ahora una pesadilla para Hugo Sánchez.
El pentapichichi, quien fue un crítico feroz de su antecesor Ricardo Lavolpe, aún no ha hecho las cosas de una manera mejor. Los tres primeros encuentros en este torneo han sido desastrosos.
¿Aún con dos victorias?
Sí, porque ganar por un gol a las débiles selecciones de Cuba y Panamá es un desastre para los mexicanos.
Por más que se diga que dichos países ya no son tan pequeños futbolísticamente hablando como lo eran en otra época.
Por más que se busquen pretextos en el arbitraje, el clima, la cancha, etcétera, lo que se ha visto hasta hoy en la Copa de Oro es lamentable, por decir lo menos.
Un equipo mexicano que juega de manera desordenada, sin un estilo de juego definido y con muchos problemas para obtener un golecito, eso es lo que hemos visto.
Para Hugo ya no es tiempo de presumir y asegurar que su mentalidad ganadora va a contagiar al equipo.
Ya no hay espacio para las palabras, ahora solo importan los resultados y los que ha dado Hugo hasta hoy son negativos.
Claro, aún tiene tiempo para recomponer y ganar la Copa pasando sobre Estados Unidos en la final del torneo. Eso es lo que se espera.
Pero si México no gana la Copa, aunque quede en segundo lugar, el debut de Hugo en torneos oficiales (los que sí cuentan) será un rotundo fracaso.