Liga Mexicana en crisis
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Viernes 29 de Junio de 2007
Esta semana los Guerreros de Oaxaca derrotaron a los Olmecas de Tabasco por 25 carreras a 13.
El marcador, que hubiera sido escandaloso en otra época, hoy se toma como algo normal en la Liga Mexicana de Verano. Ese mismo día los Potros de Tijuana vencieron 11 – 0 a Rieleros y si revisamos los resultados de esta temporada encontraremos que no son raros los encuentros en los que se anotan de 10 a 20 carreras entre los dos equipos.
La magia de este deporte, que tiene su máximo atractivo en los partidos con pocas anotaciones, se ha perdido en el béisbol mexicano de verano desde que a los “genios” de la comercialización les pareció que sería más atractivo tener partidos con un gran número de anotaciones.
Y para eso pusieron en juego una pelota muy dinámica, que al menor contacto sale disparada lejos de los guantes enemigos y como quiera pasa volando sobre las bardas.
El resultado es este béisbol aburrido, con marcadores abultados de 10 ó más carreras, mínimo, con intervención de muchos lanzadores, innings (entradas) que duran más de lo debido ante un escaso público en la gradas.
En esto se ha convertido el béisbol mexicano, princip
almente el de verano.
No queda nada de aquella liga que en los años cincuenta y sesenta competía con el futbol por el interés del público.
Nombres como los de Espino, “Diablo” Montoya, Elrod Hendricks o Winston Llenas eran tan populares en el centro del país como hoy son los nombres de los futbolistas de moda. Y el “clásico” Tigres –Diablos del México despertaba tanto o más pasión que el Chivas – América.
Todo eso ha terminado y hoy la Liga Mexicana de Verano vive de milagro, sin que nadie haga algo por salvar el espectáculo.