Un tigre venezolano

Detroit.- Mientras Magglio Ordóñez se preparaba para batear por última vez en la temporada 2007, el miró hacia los asientos cerca del dugout de los Tigres y vio a su familia. Hasta ellos estaban sorprendidos de que el todavía estaba en el juego.

‘Vi a mi esposa’, dijo Ordóñez, ‘y ella me preguntó, '¿Vas a batear?' Le dije, 'Si, ¡voy a batear!'’

El titulo de la Liga Americana, su primero, ya estaba comprometido. El ya no tenia que hacer nada para ganar el título. Pero para él, ese era precisamente el punto.

‘Yo quería jugar’, él dijo. ‘Tengo que jugar duro y dar lo mejor.’

Ordóñez ya había ganado el título y el domingo se podía relajar. El sólo quería salir y jugar y terminó conectando tres hitos para terminar una de las mejores temporadas ofensivas en la historia de los Tigres.

‘El se lo merecía", dijo su compañero, el también venezolano Carlos Guillén, quien derramó una botella de champagne sobre su amigo durante la celebración después del partido. ‘El es el mejor bateador de la Liga Americana.’

Con sus tres hits el domingo, el terminó con promedio de bateo de .363 para la temporada, la mejor de las Mayores desde que Ichiro bateó .372 en el 2004.

‘Significa mucho’, dijo Ordoñez de la corona. ‘Para ser honesto, no se como lo hice, pero lo hice. No te lo puedo explicar. Me mantuvo enfocado y traté de conectar un hit en cada turno al bate.’

De más importancia para Ordoñez es lo que significa para su país natal. El es sólo el segundo venezolano en ganar el título, uniéndose a Andrés Galarraga.