El Primer Centenario del Béisbol
Jesús A. Rubio
Viernes 22 de Febrero de 2008
¿Evocamos de nuevo la historia?
En 1969 se celebró el Primer Centenario del béisbol profesional (1869-1969) y el 21 de julio de aquel memorable año mire lo que sucedió:
En Washington, dos noches antes del Juego de Estrellas, en una ceremonia especial designaron a Babe Ruth como el pelotero más grande de todos los tiempos y a Joe DiMaggio el mejor en vida, ganándole etste premio por escaso margen a Willie Mays, aún activo en ese momento.
El clímax era formidable.
Al siguiente día, después de un gran banquete al que acudió lo más grande del béisbol de antaño y de la época, alrededor de 500 peloteros visitaron a Richard Nixon en la Casa Blanca, acompañándoles al acto prominentes personalidades, ejecutivos y periodistas.
Todo Washington estaba conmovido por el gran momento que se vivía y por la celebración de los primeros 100 años del béisbol ligamayorista.
Ford Frick, entonces Alto Comisionado, ante el presidente de Estados Unidos, emitió un concepto que lo dijo todo: “Esta conmemoración soldifica la imagen de nuestro pasatiempo nacional”.
Dominaba el pitcheo
En aquella década los lanzadores eran amos y seores del béisbol al combinarse un promedio de efectividad colectiva de 2.98, la marca más baja de carreras permitidas en casi 40 años.
Por ello no sorprendió el impacto de esa clase de efectividad en el pitcheo en el bateo: En 1967, los bateadores promediaron colectivamente .242 y en 1968 el promedio cayó a un miserable 237. Algo por demás dramático.
A finales de esa década fue tanto el dominio del pitcheo que en 1968 apareció en la historia del bésbol de la Gran Carpa el porcentaje más bajo para un campeón de bateo: Carl Yastrzemski, de Medias Rojas, “apenas” bateó .301
En la Americana, Luis Tiant, con Indios de Cleveland, había apantallado con menos del 1.60, algo que no se veía en muchos años, logrando también 9 blanqueadas y 21-9 en ganados y perdidos.
Don Drysdale también impactó con 58 inings y 2/3 sin admitir carreras lanzando para sus Dodgers de Los Angeles, marca que más tarde quedaría en manos de Orel Hershiser, del mismo equipo, cuando en 1988 logró extender el récord a 59 episodios sin permitir anotación.
Hershiser logró esa temporada el Cy Young por su 23-8, 8 blanqueadas, 15, juegos completos y 2.26 de efectividad.
Fue por ello, que, tratando de ayudar un poco a los bateadores, en 1969 se bajó la altura de la loma de 15 a 10 pulgadas y se acortó la zona de strike.
Había razones de fondo de por medio: los grandes ejemplos, se llamaban Bob Gibson, Dennis McLain, Jim Palmer, Luis Tiant, Juan Marichal, Miguel Cuellar, Don Drysdale.
También el 69 fue el año de la expansión a 24 equipos (hoy se tienen 30).
“El Milagro” de los Mets
El 69 fue el año del “Milagro” de los Mets en la Serie Mundial ante quienes eran sólidos favoritos al título, los Orioles de Baltimore.
Esa historia usted la recuerda muy bien:
Los sorprendentes Mets derrotaron en cinco juegos a los oropéndolas que parecían invencibles con Boog Powell, Frank y Brooks Robinson, Paul Blair y la gran tercia de estelares Dave McNally (20-7), Jim Palmer (16-4) y Miguel Cuellar (23-11), dirigidos por el magistral y belicoso Earl Weaver.
Sin embargo Mets traía la magia y el encanto de la victoria, como ya lo había demostrado ante Bravos a los que limpió en tres en el play off.
Ya en el clásico de las hojas muertas sorprenderían al mundo del béisbol con aquellos Tom Seaver (25-7 y 2.21 en su año de novato); John Matlack, Jerry Koosman (17 triunfos y subcampeón en efectividad del circuito con 2.99); Tug McGraw, Gary Gentry, Cleon Jones, Don Clendenon, Ron Swoboda, Tommie Agee, Jerry Grote, dirigidos magistralmente por Gil Hodges.
Aquellos “eternos perdedores”, de pronto, con sensacionales atrapadas de Swoboda, Jones y Agee, además de un béisbol de gran altura, habían sorprendido al mundo y particularmente a los expertos y apostadores.
Algo inolvidable:
Los Mets del 69 dejaban atrás un miserable récord de 394-737 en ganados y perdidos en siete temporadas, logrando quedar en su División Este ocho juegos arriba de los Cubs.
Y qué cosas pasaron el 69
También el 69 marcó el retiro de Mickey Mantle y la vez en que Dennis McClain y Miguel Cuellar ganaron el Cy Young.
Fue el segundo trofeo para McLain (Detroit) por su 24-9, 9 blanqueadas y 2.80 de efectividad; en tanto Cuellar (Orioles) con 23-11 y 2.38, se convirtió en el primer latinoamericano en obtener tan codiciado premio.
Rod Carew se coronaba ese año campeón bat jugando con los Mellizos (.332). En tanto, en la LN Pete Rose era con Cincinnati el mejor bat por segundo año consecutivo con .335.
En la Liga Mexicana, Miguel Sotelo debutaba como manager de los Broncos de Reynosa y conquistaba el título en gran final ante los Sultanes de Monterrey.
La campaña 68-69 con Benjamín “Papelero” Valenzuela los Cañeros de los Mochis conquistaban su primer título en la entonces llamada Liga Invernal Sonora-Sinaloa.
En la Invernal Sonora Sinaloa del 69-70, Orestes Miñoso con promedio de .359 conquistaba su segundo campeonato de bateo del circuito jugando ahora con Mazatlán.
Y es que recordemos como en la campaña 67-68 con Naranjeros logró batear .343 para quitarle la racha de seis títulos seguidos a Héctor Espino.
También fue el año cuando el hombre pisó por vez primera la Luna.
Bueno, a lo mejor fue el año en que usted nació… se puso de novio con la mujer más guapa después de la mía; se casó o tuvo su primer hijo…. ¡la verdad, no lo se!
Lo cierto es que el 69, Mmmm…pensándolo bien, claro, fue algo muy especial, ¿no lo cree?
beisrubio@gmail.com