El infierno de Maradona

Al margen del documental que presentó en Cannes, “Maradona por Kusturica”, el director serbio realizó una entrevista a Diego que, a buen seguro, dará que hablar. Ni corto ni perezoso, el '10' afirma: “De no haber sido por la cocaína, podría haber sido más de lo que soy”.

Además, asegura que las drogas le privaron de haber visto crecer a Dalma y a Giannina, sus dos hijas:

“Me hubiese encantado que Dalma viniera a despertarme y no tener miedo porque dormía drogado. Mis hijas se daban cuenta de que estaba drogado. A Dalma le iba a dar un beso y me quitaba la cara”.

A su vez, negó estar interesado en la política: “Yo no sirvo para robar a la gente”.

El amor de sus hijas, la salvación

Diego Armando Maradona no dudó en afirmar que fue el amor de sus hijas el que logró sacarle del pozo en el que había caído por culpa de su adicción a las drogas, situación que le llevó a estar al borde de la muerte.

Me di cuenta de que tocaba fondo cuando estuve en coma, pero gracias a mis hijas, Dalma y Giannina, encontré la fuerza suficiente para salir y recuperarme del todo", aseguró Maradona en el programa "El Larguero" que el viernes se ha emitido desde la localidad malagueña de Estepona.

El astro argentino afirmó que el camino para recuperarse no fue fácil pues todos los caminos van hacia la droga. "Te pueden ayudar, medicarte, pero todo te conduce de nuevo hacia la droga pues está en todas las esquinas y siempre hay alguien dispuesto a proporcionártela. Todo ello hace que sea muy difícil que consigas superar la adicción si no cuentas con la contención familiar, con unas hijas como las que tengo yo para apoyarte y salir".

Diego Armando Maradona no quiso culpar a nadie sobre su drogadicción.

"Es inútil echar las culpas a los que te rodean. Nadie le pone un revolver en la cabeza para hacer las cosas mal. No puedo echar la culpa a los amigos, a mi mujer o a mis padres, eso es solo para rellenar periódicos. La culpa solo la tiene uno".

La pelota -continuó- me lo dio todo, fama y dinero. La droga me quitó energía para jugarla en la cancha. Si no hubiera sido por la droga hubiera sido un buen jugador", dijo en tono de broma el considerados por muchos como el mejor futbolista de la historia, título que él otorga a su compatriota Alfredo Di Stéfano.

Maradona no quiso dejar pasar la ocasión para aconsejar a los niños, a las futuras estrellas del fútbol, que mantengan siempre la ilusión de seguir jugando y entrenando. "No hay nada más grande que ir a un entrenamiento y ser feliz manejando el balón, divertirse con él".

Tras reconocer que él no fue bueno en los estudios y que llegó a cambiar con una profesora goles por un aprobado en matemáticas, la estrella argentina dijo que "los niños deben obedecer a sus padres en todo y seguir siempre las indicaciones que les haga su entrenador, pues él siempre les guiará para su bien."

"Tienen que tratar de ilusionarse con hacer la mejor jugada, conseguir el mejor gol, con la mejor atajada para mantener vivo el espíritu de superación. Esto luego, cuando eres mayor, es esencial para mejorar".

Finalmente Maradona, que tuvo también unas cariñosas palabras hacia sus padres a los que ha hecho "sufrir mucho en años anteriores por lo que ahora solo quiero que pasen lo mejor posible sus últimos años de vida", indicó que los futbolistas son unos privilegiados pues han elegido un deporte "y además nos pagan por ello".

"Tras practicar el fútbol como profesión durante mucho tiempo cuando te retiras siempre se te queda el cuerpo algo maltrecho, pero también a mucha gente con trabajos duros y mucho peor pagados", dijo.