Muertos de miedo

Los días previos al encuentro entre las selecciones de México y Estados Unidos han sido días de muchas dudas, declaraciones inoportunas y especulaciones de todo tipo en torno a la posible derrota de la selección tricolor.

El miedo ha invadido al futbol mexicano y antes del primer partido de esta ronda clasificatoria (o “desclasificatoria”, dirán los angustiados) ya muchos apuestan a cambiar de técnico, otra vez, traer a Javier Aguirre, buscar a un salvador de la patria, hacer lo que sea para que los tricolores no se queden fuera del mundial.

Pero detrás de toda esta alharaca hay un hecho real: La eliminación de México significaría para empresas televisoras y patrocinadores la pérdida de muchos millones de dólares. Ése es el problema.

Ya a Hugo Sánchez lo castigó el sistema Femexfut por no obtener como director técnico el pase a las Olimpiadas de Beijing y a la Copa Confederaciones. Entre ambos torneos los tricolores hubieran jugado cuando menos cinco partidos que multiplicados por los millones de pesos que ingresan en cada uno, nos habla esto de la importancia mercantil que tiene la participación en la próxima Copa del Mundo. Y nos explica de manera vehemente cuál es el miedo

a una posible eliminación que empezaría a tramitarse a partir de una derrota contundente ante los Estados Unidos el próximo 11 de febrero.

El miedo hace que se exageren los peligros y sus consecuencias, pero sobre todo impide la concentración eficiente en el cumplimiento de la tarea. Este es el drama que vive la selección mexicana en estos días.

Si la “catástrofe” es inevitable, el sueco Sven G. Erikson tomará sus maletas y se irá del país, chiflando y con la bolsa llena de dólares. Pero aquí y en Europa quedarán los jugadores para que los hagan trizas la afición y los comentaristas de prensa, radio, televisión e Internet.