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Primero, correo recibido del colega Manuel Guerrero: “Acabo de leer su magnífico trabajo sobre Conrado Marrero. Quien suscribe transmitió por Prensa Latina en los dos últimos jueves dos materiales sobre “El Premier” y que están en google.
También transmití las opiniones de Marrero sobre el II Clásico Mundial de Beisbol, que demuestran su plena lucidez. Vi lanzar a este formidable pitcher en 1938 cuando comenzó con el Cienfuegos Sport Club. Como cubano y gran aficionado al beisbol le agradezco su reconocimiento a esta leyenda viva. Saludos”.
Ahora, al tema:
¿Recuerda cuando reciente le cité los 18 juegos completos seguidos (1983-84) que lanzó Eleno Cuen con Guaymas?
En verdad, una verdadera hazaña que quizá jamás se vuelva a ver en el béisbol. Y, obvio: entonces maldita sea la cosa, serán las contadísimas las blanqueadas. Por cierto, Eleno lanzó un no hit no carrera el 27 de noviembre 1982 (1-0, Guaymas a Guasave).
El récord de más juegos completos en una campaña es de 20, por Horacio Solano (64-65 con Hermosillo, aunque no en forma consecutiva; Vicente Romo tiene el de todos los tiempos (174 en 24 temporadas.
Miguel Sotelo dejó la marca de más temporadas siendo líder en esa especialidad, además de consecutivas (4 y 4).
En cierres por campaña, Pepe Peña (Cañeros) tiene el récord de 39 en 22 años) y comparte el de más temporadas (4) con Mercedes Esquer y en años seguidos (2), también con igual cifra con Esquer, Pablo Gutiérrez Delfín, Eleno, Salvador Rodríguez y Cecilio Ruiz.
Josh Johnson
Para ilustrar el tema, hoy tomemos de pretexto lo que acaba de suceder en la Gran Carpa:
Josh Johnson, joven promesa de los Marlins en siete episodios maniató en ceros a los Filis permitiendo sólo tres hits, además de abanicar a ocho, pero, en la novena, ¡adiós joya de pitcheo! Los campeones mundiales del 2008 ¡fabricaron siete carreras al cerrador Matt Lindstrong! Y bye bye, mi Josh.
El colega Andrés Pascual nos dice: “Debió sentir una gran frustración cuando vio como el ocupante de ese rimbombante puesto en la rotación llamado "closer" o, cerrador en español, le hacia trizas en el noveno inning su ultima apertura, de forma impecable”.
Advierte: “Lindstrong, que fue llamado a liquidar el último episodio a ritmo de conga cubana 1-2 y 3, se le ocurrió tirar una colilla de cigarro en la maleza y el fuego superó en magnitud a esos que se producen en el Oeste del país: siete carreras admitidas sin ningún tipo de consideración...
Entonces, la conclusión tiene que ser que, acaso, se necesite una palabra antónima o de significado contrario a la especialidad, si es que alguien debe llamar esí a tamaña tomadura de pelo.
“Apaga fuegos, o “prende fuegos”?
Pero, léase esto:
Andrés Pascual advierte: “A Lindstrong y a muchos que andan de estadio en estadio regando el germen de la confusión fanática y de la derrota de sus equipos, se les debería comenzar a llamar "enciende fuegos" y dejar la antigua de "apaga fuegos" en el museo como recordatorio de una época de más moral deportiva, de más clase, de menos dinero y de muchísima más ética profesional que los tiempos que corren.
Ah, pero, a Mariano le paso, más o menos, lo mismo contra Boston...”. (“Ni me lo recuerdes”, diría su fan No. 1, Paco Salazar).
Se pagan millonadas…
Le digo a Andrés que es increíble la forma en los mánagers sacan a sus pítchers estelares con todo y estén tirando “lumbre” al plato y demuestran que fácil van hacia una blanqueada.
Le recordé que en la Serie del Caribe 2009 en Mexicali el timón de Venezuela sacó del juego a su pitcher a pesar de que tiraba ¡sin hit ni carrera!
Su respuesta, fue rápida y certera:
“Acuérdate del precepto capitalista de: "...si te pago es para que trabajes..."; entonces ese staff con 4 pitchers de más, tiene que ser movido por el manager por órdenes de la oficina, que yo he hablado con Freddi y otros timoneles o cochs y esa es la razón; porque, tampoco se pagan kilos, son millones.
Así, en tanto, jamás un pitcher volverá a lanzar más de 4 nueve ceros, ni completar más de 8 juegos; todo lo anterior, si acaso.
Antes un pitcher de Ligas Mayores necesitaba 3 lanzamientos, el cambio de velocidad uno de ellos, obligatorios; hoy algunos sólo tiran rectas...exageradamente preocupante, que retrata la decadencia y la pérdida de la calidad de hoy en ese nivel.
Mira la facilidad como llega aquí un cubano de las series nacionales y, sin jugar en las Menores; o con un solo mes o dos en esa circuito, se impone...
Antes, cuando la pelota cubana era 100 o más veces fuerte que la de hoy allá, no se podía ni sonar con eso: Miñoso llegó al Cleveland después de estar en Doble y Triple A; pero había estado en el champion invernal y en Ligas Negras antes y Miñoso era 100 o más veces mejor que Ramírez...
El mismo Marrero, (en la foto, con Sandalio Consuegra, Roberto Ortiz y Limonar Martínez), cuántas veces era mejor que Contreras, que el “Duque” y Liván juntos?; claro, además de otros pitchers cubanos de antes que ni podían sonar con salir de allá directamente a jugar aquí y digo Grandes Liga como tales.
Las series nacionales tienen menos categoría que la colegial aquí; y ese equipo Cuba, con un par de prospectos solamente, de los que se suele decir "si liman tales asperezas, podrían jugar en Liga Grande"; ganándole a un México lleno de big leaguers que están en ese nivel porque ya no tienen esas asperezas, a Dominicana, a Puerto Rico...y, después, vienen por aquí y no son ni Triple A...es la decadencia Jesús.
