En el mundo del boxeo aparecen nombres rutilantes de vez en cuando. UnMohamed Alí, un Sugar Leonard, un Julio César Chávez, son nombres a cuyo conjuro acuden miles de aficionados, periodistas, mujeres y hombres de negocios que quieran sacar raja de estos fenómenos de popularidad.
El box es un gran negocio y no puede vivir sin estos grandes nombres que mantienen el interés de todos por este deporte, el más peligroso y fascinante.
Hoy este deporte que es negocio, y este negocio que es deporte, han encontrado un diamante filipino, un hombre que reina en el difícil mundo del boseo sin que nadie le haga sombre.
Ya lo llaman "The Best", El Mejor, y no es una exageración.
Pacquiao está dominando el escenario de los cuadriláteros, Pacquiao es la figura estelar, todos quieren pelear (y perder) con él... pero no es tan fácil. A la oficina de su representante todos los días llegan ofertas millonarias desde cualquier rincón del mundo que usted se imagine.
Pero la carrera de un boxeador como Pacquiao no es tan sencilla. Debe esperar, debe descansar y reponer fuerzas, mucho entrenamiento, pero sobre todo mucha paciencia para no querer comerse los deliciosos bocadillos que le ponen como señuelo para exprimirle los dólares y después desecharlo.
¿Cuánto aguantará Pacquiao la enorme presión de ser el mejor?