Kobe Bryant contempla la posibilidad de enfrentar en la cancha a un nuevo Supermán, pero en esta ocasión será Dwight Howard, y no Shaquille O’Neal, quien empleará la capa que el estelar angelino buscará arrancar.
Bryant y los Lakers de Los Ángeles intentarán ganar su primer campeonato de la NBA sin O’Neal cuando comience la serie por el campeonato, el jueves, ante Howard y el Magic de Orlando.
El quinteto angelino no lo logró el año pasado ante los Celtics de Boston, al perder de manera humillante el sexto partido de la serie.
O’Neal fue cambiado de equipo después de que los Lakers perdieran la serie de campeonato de 2004 ante Detroit, lo que dejó a Bryant como el líder indiscutible de un equipo que había ganado tres títulos al comienzo de la década.
Bryant aún salta con las implicaciones que se refieren a que él tuvo algo que ver con ese cambio.
"La gente que realmente conoce de basquetbol sabe que esas cosas no significan nada", indicó Bryant ayer al responder las preguntas en torno a O’Neal.
"Realmente no tiene sentido. Uno quiere ganar, simplemente ganarlo [el campeonato]", agregó.
Bryant, quien cumplirá 31 años en agosto, está concluyendo su 13ra temporada y solía guardarse sus opiniones sobre sus ex compañeros de equipo al inicio de su carrera.
Pese a que hizo equipo con O’Neal para llevar a los Lakers a tres campeonatos en fila, los dos solían tener discusiones muy públicas.
El añadir un cuarto campeonato de la NBA a la medalla de oro que conquistó junto con el equipo de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Beijing el año pasado abrillantarían aún más su legado que aún está en desarrollo.
Uno está agradecido por estar en esta posición. Muchos jugadores nunca logran estar en esta posición ni siquiera una sola vez en su carrera y yo he sido afortunado de estar aquí [disputando la serie por el campeonato] por sexta ocasión en fila. He sido muy, pero muy afortunado", confesó.
Al igual que O’Neal, el técnico de los Lakers, Phil Jackson, también dejó al equipo tras la temporada del 2003-2004 y después, en un libro que escribió, calificó a Bryant como "no entrenable".
Sin embargo, Jackson regresó después de tomarse una temporada de descanso y desde entonces ha tenido una relación sin problemas con el astro angelino.
Pero siempre han encontrado obstáculos en el camino.
Bryant (Jugador Más Valioso del año pasado) pidió a los Lakers que le contrataran mejores compañeros de equipo en el verano de 2007, y después solicitó su cambio.
La directiva le respondió contratando a Andrew Bynum y al español Pau Gasol, y Los Ángeles llegaron a la final del año pasado por primera vez desde 2004.
Jackson notó un cambio en la actitud de Kobe hace dos años.
"Terminó acelerado y obteniendo el campeonato de anotaciones en una increíble racha de casi 15 partidos en fila", recordó el técnico.
"Cuando volvimos el siguiente año, sólo dijimos que no queríamos que se repitiera esa clase de juego. Queríamos más conjunción. Había críticas sobre nosotros para que lo rodeáramos [a Kobe] de talento, así ha sido en los últimos dos años y aquí estamos", dijo Jackson.
Bryant habla continuamente de su cariño por sus compañeros y de la manera en que los ha aconsejado para que mejoren su juego.
El regreso de Derek Fisher la pasada temporada benefició en mucho a Bryant dentro y fuera de la duela. Fueron compañeros en los Lakers de 1996 al 2004 antes de que Fisher se fuera por tres años.
"Él sigue reconociendo eso para alcanzar algunas de sus metas individuales, pero los objetivos de equipo tienen que exceder sus propias metas", dijo Fisher.
"Eso significa que sus compañeros tienen que desempeñarse en un alto nivel. Cosas que él pueda compartir con ellos. Él sabe lo importante que es eso y lo bien que lo tomamos cuando lo hace. Ha hecho un gran trabajo en los últimos dos años", reconoció.