A sus malestares físicos, Guillermo López Castro, el popular batboy de los Yaquis de Obregón conocido como “La Arañita”, suma uno más: la caída de un árbol que pudo haber derrumbado su casa.
Para fortuna del fanático número uno de los Yaquis, la ceiba se desvió y cayó sobre un árbol de ciruelas de una vecina, pero no dañó ninguna vivienda.
Apenas en recuperación de una neumonía y, más atrás, de una hernia hiatal, será la primera ocasión, luego de 40 años ininterrumpidos, en que no estará en el dogout del equipo local.
Apenas el lunes en la tarde, dijo, su madre, doña Hermelinda Castro viuda de López, estaba en el patio de su vivienda cuando el viento comenzó a presentarse con mucha intensidad.
A los pocos minutos de haberse retirado del lugar, el árbol cayó, indicó, y afortunadamente nadie salió lastimado.
Los rastros de la ceiba todavía permanecen en el patio pues “La Arañita” necesita de apoyo para cortar los brazos y convertirlos en leña para deshacerse de esos restos.
López Castro llega en la plática, sin remedio, hacia el tema del beisbol y recuerda que hace 40 años vistió por primera ocasión la franela yaqui.
Los primeros meses no ganaba más que la simpatía de los jugadores que le daban cinco pesos, pero después la directiva comenzó a pagarle 30 pesos mensuales.
Más que auxiliar en el acarreo de guantes, pelotas o bates, ha sido un amigo de los jugadores, expuso, al grado de que les lavaba los uniformes y les lustraba los zapatos.
“A veces eran las cuatro de la mañana y yo estaba lavando, dormía un rato y luego me iba de nuevo al estadio para el entrenamiento”, sostuvo.
Se ha hablado de tú con estrellas del beisbol como Willie Aikens, Vicente “Huevo” Romo, Héctor Espino, de quien fue compañero de cuarto en una serie del Caribe, o bien Vinicio Castilla, Fernando Valenzuela, Teodoro Higuera, Toño Villaescusa y muchos más.
Durante su paso por el club ha sido protagonista de la conquista de tres campeonatos, afirmó, y aunque esperaba seguir para lograr uno más, sus enfermedades se lo impiden.
Aunque ocasionalmente acuda al estadio a observar los partidos, manifestó, ya no podrá estar en el terreno del juego por prescripción médico porque quedó “picado” de neumonía.
Y no alcanzará a restablecerse plenamente a octubre cuando la nueva temporada arranque.