México ha sufrido numerosas derrotas en tiempos recientes contra Estados Unidos, pero nunca en el estadio Azteca del Distrito Federal.
Se trata de una sana costumbre que por nada querrá perder al recibir el miércoles a su acérrimo rival en la CONCACAF.
Un descalabro en la sexta fecha del hexagonal final rumbo a Sudáfrica 2010 podría complicar las aspiraciones de México de clasificarse a esa cita.
La jornada también incluye la visita del líder Costa Rica a Honduras y la de El Salvador a Trinidad y Tobago.
Costa Rica marca el paso con 12 puntos, perseguida por Estados Unidos (10), Honduras (7), México (6), El Salvador (5) y Trinidad y Tobago (2).
Hoy por hoy, México no asoma en los puestos de clasificación directo y el cuarto sitio le valdría para disputar un repechaje contra el quinto de Sudamérica y ese no es un panorama que debe entusiasmar a los dirigidos por Javier Aguirre.
Guillermo Ochoa, quien se perfila como el titular en el arco de México, destacó la trascendencia del nuevo capítulo de la rivalidad más intensa dentro de la CONCACAF.
"Creo que la situación en este momento hace que el sabor sea distinto porque la gente está ilusionada y tenemos la oportunidad en nuestras manos de reivindicar lo que ha sucedido en las eliminatorias, de hacer bien las cosas y de ponernos en un lugar ya mundialista", señaló Ochoa.
México no se puede dar el lujo de un tropiezo, ya que al mes siguiente le tocará visitar a Costa Rica, el actual líder de la tabla, en una ronda de las eliminatorias en las que aún no ha descifrado la manera de ganar fuera del Azteca.