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En Hermosillo se observa ya un enorme crecimiento-avance del futbol tornándose del todo popular y con dosis de pasión, especialmente en la nueva generación, nuestros hijos y nietos.
Le digo que tal avasallaje, cada vez más fuerte entre niños y jóvenes hermosillenses, creo debe hacer meditar y comenzar a tomar acciones y nuevas estrategias a los directivos y estrategas del deporte rey como enorme reto para no “dejarse ganar la batalla”.
Qué cosa ¿no?, sucede este fenómeno en una región identificada plenamente con el beisbol desde fines del siglo 19 y despegando de manera organizada a partir de las primeras décadas del 20.
Mire:
Si está creciendo con gran fuerza el futbol profesional, ya con ocho jugadores oriundos de esta ciudad en Primera División y cuando se sabe que las Chivas de Guadalajara enviarán scouts en busca de talentos y el Club Pachuca anuncia que pronto tendrá aquí en Hermosillo una Escuela/Academia…¡aguas, directivos!
Y es que por todos lados se ve cómo aumentan la promoción/patrocinios hacia cientos de equipos en diversas categorías locales, algo muy real, objetivo, observable….y ni cómo alegarle al ampayer.
Y fíjese: En tanto el beisbol infantil se queda sin campos (Liga Pitic) y otros andan peleados por dónde jugar (Ligas Pequeñas), los terrenos de beisbol para adultos son fraccionados/desaparecidos, enviándose a sus peloteros más allá de donde ya no se ve el sol.
¿Cómo la ve?
Uno dice que “hay público para todos los deportes”, pero pues cuidado, no vaya a ser que las gradas del “Espino” de pronto luzcan más vacías que las que vimos en Cancún cuando la reciente final entre Tigres y Saltillo.
¿Podemos creer que en el futuro mediato el balompié habrá de quitarle grandes cantidades al equipo Naranjeros?
¿O ya está sucediendo?
“Di que te lo dijo un loco”, advierten por ahí; lo cierto es que si ves las barbas de tu vecino a remojar…pues, cuidado, beisbol.
Esta nueva realidad, observable a todas luces, sin duda que deberá obligarle-exigirle al beisbol profesional (en este caso Naranjeros) a mejorar la calidad del espectáculo, nuevas estrategias como la del “Jonrón por la Educación”, entre muchas otras que despliega.
Le digo a Carlos que en efecto, seguimos siendo beisbolistas por tradición e historia, pero que no podemos negar los cambios de una sociedad-cultura o un fenómeno deportivo que avanza a pasos gigantes y que permea por todos los rincones de México… sin que Hermosillo sea una excepción.
Ya ve los equipos profesionales en ascenso a la Primera División y los Búhos de la Liga Premier de Ascenso de Segunda División, franquicias que siguen jalando aficionados de a montón al “Héroe de Nacozari”.
Veremos pues este comportamiento masivo, colectivo, de una niñez y juventud que están encima del futbol tanto en juego activo organizado, “cascarita” o metidos de lleno a través de la TV, la mercadotecnia y la publicidad.
Para cerrar mi comentario, cuando charlamos hace unos tres sábados con Derek Bryant, coincidimos en que todo indica en la capital del país “ya el beisbol pasó a segundo término ante el fenómeno futbolero-televisivo”.
Y dio un dramático ejemplo de cuando en el 2008 se coronaron campeones los Diablos Rojos… ¡no hubo desfile por la ciudad! como suele ocurrir con los equipos que obtienen la corona de todo circuito profesional.
El beisbol debe trascender
Para enriquecer esta temática, comparto lo que a manera de conclusión escribió Stefano Niro en “Razón y Palabra”, primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación: www.razonypalabra.org.mx:
Acciones y problemas a resolver:
El Béisbol puede y debe tomar estos casos como reflexión para trascender como marca “Béisbol” y ganarse el lugar que ya tiene pero que aun le falta para alcanzar esa inmediatez que las generaciones actuales tanto demandan y así generar el valor para posicionarse entre los deportes con mayor preferencia.
Como en toda actividad de negocios, el béisbol mexicano tiene una gran oportunidad para alcanzar sus objetivos de ser, junto con el fútbol, un deporte mediático con mayor afición y trascendencia en este país, pero antes habrá que plantearse: ¿en dónde estamos y a dónde queremos llegar?
La respuesta nos llevará de nuevo a preguntarnos cuáles son las estrategias más indicadas para alcanzar dichos objetivos y dentro de qué plazos de tiempo. El retorno de la inversión será sólo el medio, pero no el objetivo.
También, realizar una reflexión profunda por parte de quienes tienen el poder de tomar las decisiones correctas: ¿qué es el béisbol y cuáles son sus fines?
La respuesta o mejor dicho, las respuestas, sólo se obtendrán siempre y cuándo haya la voluntad de los directivos de cada institución, comisión, equipos y asociaciones de querer ver a este deporte como un negocio en dónde todos ganamos y no sólo unos cuántos.
Para revitalizar el béisbol en nuestro país se hace necesario observar a las nuevas generaciones y sus respectivos hábitos de consumo enfocado hacia el deporte en general.
Las condiciones son las mismas y abarcan espacios, tiempos, presupuestos, apoyos, patrocinios, mercadotecnia y medios, por lo tanto se hace necesario darle ese valor social, económico, mercadológico y competitivo, para que nuestro béisbol salga de la sombra y llegue a “volarse la barda” y entrar de nuevo en las “grandes ligas”.
Que más quisiera que mis hijos aparte de ser fútbol fueran también béisbol”.
Gigante monopólico
Desde el Distrito Federal, Carlos de Luna también hace un planteamiento sobre la temática de beisbol y futbol:
“El problema no es tanto el que el fut entre o no a una zona determinada; el verdadero problema es la forma en que los "promotores" de esta disciplina han venido arrasando con todos los demás deportes en detrimento del deporte en general. Esto se puede observar en cualquier estado de la república y ni lo digas en el DF...
Los promotores del Fut no llegan con el afán de ser un deporte que se "posicione" en el sentido mercadológico; lo hacen como el gigante monopólico que viene a destruir a todo el que tiene en su camino.
Cualquier otro deporte que sea distinto, es un "criminal" para sus intereses y como tal lo tratan... mi preocupación es ésa; el futbol (y puedes observarlo en Chihuahua) empieza por entrar como un deporte interesante, cuando hace plaza, seca los patrocinios a cualquier otro equipo de cualquier otro deporte en el rumbo, sea o no popular (si no, pregúntales a los Dorados como han tenido problemas con los patrocinios).
Se dejan de transmitir juegos que no sean los del futbol, o en su caso se transmiten solamente de manera local y los del futbol de manera nacional haciéndoles ver a las personas que lo importante es el fut y que lo demás es relleno.
Esa es mi alerta, por que lamentablemente ningún club de beisbol en México ha empezado a ver con seriedad la necesidad de una mercadotecnia seria y directa a la gente que le haga competencia al monstruo que acompaña al futbol y que es un bloque oligopólico que arrastra parejo, ese es el verdadero tema que el futbol llega (por sus razones mercantiles) a destruir a los otros deportes y no a convivir con ellos.
Saludos y un abrazo: Carlos”.
