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Y también ante Costa Rica Nery Castillo jugó el peor de sus partidos.
Si las cosas no cambian, seguramente estaremos viendo los últimos minutos de Nery en la Selección Nacional, se ve fuera de ritmo.
Pero no fuera de ritmo futbolero, porque podríamos alegar lo mismo de Guille Franco, se ve fuera de ritmo con sus compañeros no sólo en la cancha en donde va a la baja.
Comenzó como titular y hoy apenas juega unos minutos pasando inadvertido. Si añadimos los problemas administrativos que provoca su padre y representante, Nery no es el jugador referente, importante, alrededor del cual se formaba la alineación del equipo mexicano.
Hoy es apenas un jugador de cambio que no ha pesado en las últimas ocasiones. Si Nery no “se pone las pilas” dejando de lado soberbia y poses absurdas en el vestidor, y fuera de él sumándose al esfuerzo común como uno más del grupo dejando de exigir privilegios y concesiones especiales.
Y lo más importante, si no se gana su lugar en el diario esfuerzo de los entrenamientos y lo demuestra en la cancha con calidad que hasta hoy sólo ha sido promesas, tristemente estaremos viendo fracasar a un gran jugador que no entendió que el futbol es un juego de equipo.
