Con un golde Aquivaldo Mosquera, al minuto 3, el América sacó una victoria que lo acerca a la calificación para la liguilla.
Después de tres temporadas de no hacerlo, América se quedó con el Cláisco, mientras que Chivas se mantuvo como tercero de su Grupo y décimo tercero en la General, después de quedarse con 15 puntos.
Apenas en el minuto 3 del partido, Aquivaldo Mosquera se levantó en el área y con un remate de cabeza puso el balón en la red. Los 87 minutos restantes eran para defenderse o matar a las Chivas hasta que no pudieran más.
El equipo de Coapa optó por la segunda opción, ser sádicos fue una idea que terminó por agradarles muy pronto. Guadalajara intentando recuperarse cometió más errores de los que podía concebir.
Todos los centros al área eran ganados por los americanistas, los embates de las Águilas eran fáciles, aunque no certeros; así Cabañas logró rematar un balón que Solís, en la raya logró salvar.
Raúl Arias desperado, viviendo con los demonios de su última visita en el Azteca, que significó el descenso de Necaxa, trató de ajustar el camino del Rebaño, entonces sacó a Solís para meter a De Luna como central, correr a Magallón a la banda derecha y dejar a Esparza por la izquierda; intentando así tener mayor seguridad a la hora de defender.
Pero América era mejor, lo estaba demostrando en la cancha, con toques limpios, rápidos, avances certeros, estaba ahogando a su rival, y Chivas no podía hacer nada para detenerlos, la goleada estaba cerca de llegar.
Entonces Ángel Reyna se lanzó de palomita en el área para rematar un balón que Mejía detuvo con la mano, Mauricio Morales, árbitro del partido decidió que no era deliberada y no marcó el penal, cuando el estadio completo lo reclamaba.
Nueve minutos más tarde, al 43’, Cabañas recentró el balón y Reyna sacó un disparo potente, pero Michel con la pierna impidió el gol.
El tiempo de descanso llegó como un regalo para el Rebaño. Arias comenzó a hacer ajustes y en el vestidor, Jesús Ramírez decidió con su equipo que lo mejor era defender el gol que les daba el triunfo.
Chivas regresó al terreno con Arellano para tener más gente con condición ofensiva. Los tapatíos comenzaron así a controlar el balón a tener más profundidad aunque América comenzó a cortar de manera correcta sus embates.
Las Águilas empezaron a regalar terreno y su rival comenzó a crecer. Y cuando América volvió a pisar el área, Morales, otra vez decidió no marcar una pena máxima cuando Reynoso pisó a Rosinei en el área.
Era cuestión de tiempo para que Chivas empatara, aquel América que tenía ganas de matar con saña se desdibujó.
Ramírez sacó a Esqueda y metió a Beausejour para controlar el medio campo, el delantero abandonó el terreno haciendo tremendo berrinche. Después sacó a "Rolfi", uno de sus mejores hombres a la ofensiva y metió a José Martínez. América ya no tenía poder para atacar, pues aunque Cabañas seguía en la cancha, su compinche lo había abandonado.
Chivas tenía una ganas infinitas de atacar, pero América terminó por impedírselo, porque la idea era clara: defender el gol a como diera lugar.
Así se perdieron los minutos, y aunque Cabañas estuvo cerca de anotar, Michel volvió a impedírselo, para cerrar así el 1-0 y dejar que los juegos pirotécnicos iluminaran el cielo.