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Venados y Naranjeros aprovecharon bien su condición de local en los dos primeros juegos de la serie, además de hacer buenos los pronósticos que dan los expertos que los catalogan como amplios favoritos para llegar a la gran final, colocándose dos juegos adelante en las series de la fruta y la verdura y de la danza del venado, respectivamente ¡Amarren navajas!..
Se cebaron los cañones de Obregón y los lanzadores de Mazatlán les colgaron 17 argollas en forma consecutiva, borrando de paso el line up de miedo del que se presumía al principio de la semifinal ¡No! ¡Pues! ¡Wow! Ahora sí no hay duda, les afectó tanto descanso, combinado con la brisa del puerto y el hermético pitcheo de los Venados de Mazatlán prendiendo los faroles en amarillo ¡No preguntes quién se murió tu sigue la carroza! Ahora fue Pablo Ortega que salió en una noche inspirada ¡Toma paloma!..
El regreso al estadio “Tomas Oroz Gaytán” es oxígeno puro para los jugadores, pero no se mortifiquen que esto se va a empeorar ya que toca el turno en este fin de semana a Walter Silva, Esteban Loaiza (!Que lindos angelitos!) con todo y la Jenny Rivera que seguramente le cantará a Obregón: “Mírame no soy la misma de antes” ¡Tukiti!..
Por otro cachete, la naranja está a la alza al sacar dos importantes victorias en el estadio “Héctor Espino”, sobre sus odiados enemigos de Tomateros de Culiacán, en una semifinal donde está de por medio el orgullo ¡échate ese trompo a la uña! Juan Salvador Delgadillo logró meter en cintura el bateo guinda, clavándoles la segunda estocada entre pecho y espalda ¡Arre!..
Tanto Obregón como Culiacán tendrán que reaccionar éste viernes, de lo contrario, el sábado amanecerán si mañana… La vida es muy dura para tomarse tan en serio… Si Diosito quiere nos leemos mañana.
