La pintoresca jerga del beisbol atrajo a Jim O’Neill a este deporte. Aunque no la del inglés, sino la que llena los estadios de Latinoamérica.
Por ejemplo, el ponche. Desde luego, el inglés tiene algunas expresiones llenas de color, como que el bateador "fanned" (abanicó) o fue "punched out" (sacado de out).
Pero el español podría ser más pintoresco, lo cual está documentado en un diccionario bilingüe de 344 páginas publicado por O’Neill, profesor de español retirado en la Universidad St. Cloud State en Minnesota.
En México, a un bateador que se poncha "le recetan un chocolate, o es chocolateado".
Una atrapada fácil es "a can of corn" (una lata de maíz) para los estadounidenses. Eso es demasiado suave para el gusto de Venezuela, donde una expresión para una jugada de rutina, o un inning en que los tres rivales son retirados en orden, es una oferta en tres tiempos de "papita, maní, tostón".
"Al ir de país en país uno escucha esa cultura particular reflejada en el lenguaje, en el lenguaje del beisbol", dijo O’Neill. "Es cercano a la cultura. No tengo idea de dónde provienen algunas de estas (expresiones), pero me encantan".
En 20 años de viajes y compilaciones, O’Neill ha acumulado casi 9 mil expresiones de beisbol tomadas de transmisiones de radio, televisión, periódicos y palabras enviadas a él por otros coleccionistas.
Algunas son palabras sueltas, pero en su mayoría se trata de frases descriptivas. Muchas de ellas han sido tomadas del inglés y simplemente se les ha dado un giro al español: "seif" por "safe" o "estraic" por "strike".
Pero la mayor parte de la jerga es local y tiene poco que ver con el inglés, reflejos de la vida diaria que lograron introducirse en el argot del beisbol.
O’Neill comenzó a utilizar el vocabulario del beisbol para atraer a sus estudiantes universitarios al idioma de Cervantes.
"Estaban interesados en los deportes, pero no demasiado en el español", comentó. "Así que estaba intentando hacerlos interesarse por un poco de ambos", añadió.