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La pelea entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. sí se podría realizar este año, o a más tardar a principios del siguiente, una vez que los representantes de ambos púgiles han vuelto a la mesa de negociaciones.
Las conversaciones podrían reanudarse una vez que se conozcan los resultados de las elecciones filipinas, en las que Pacquiao por segunda vez es candidato al Congreso. Ya que una vez consumada su aventura política, Pacquiao ha dejado en claro que no olvida su reto ante Mayweather.
El combate entre dos de los púgiles de más relieve de la actualidad se debatió de forma extensa a inicios de año, pero las negociaciones se derrumbaron cuando no se logró un acuerdo sobre los análisis antidopaje.
Ambos peleadores optaron por otros rivales. Pacquiao venció con solidez a Joshua Clottey en la nueva casa de los Vaqueros de Dallas, el Cowboys Stadium, y Mayweather abrumó al campeón Welter, Shane Mosley, en Las Vegas, Nevada.
“Creo que la pelea sucederá”, dijo Roach, quien estaba en Nueva York con otro de sus púgiles, Amir Khan. Este defiende su título Welter junior ante Paulie Malignaggi el sábado, en el Madison Square Garden neoyorquino.
“Probablemente será en noviembre, quizás en octubre”, estimó Roach. “Noviembre no es un gran mes para la televisión de ‘pago por evento, pero creo que sucederá”.
Roach no dijo si Pacquiao aceptaría las condiciones de Mayweather respecto de los análisis. Éste ha dicho que desde la pelea con Mosley, sólo aceptará combates en los que haya pruebas antidopaje de nivel olímpico, además de los tradicionales análisis de orina que suelen pedir las autoridades deportivas. Esto significa que se podría extraer sangre a los boxeadores en los días previos a la pelea.
Pacquiao cree que dar sangre días antes de la pelea lo debilita, y se niega a hacerlo en los 24 días previos a un combate.
Lo que no sería un problema es la posibilidad de que el filipino se convierta en legislador nacional.
“Cuando él pelea, cierran el parlamento y todos los terroristas llaman a un alto al fuego”, mencionó Roach, bromeando un poco. “No va a cambiar nada. Simplemente lo presentarán como el congresista Manny Pacquiao, eso es todo”.
Manny Pacquiao acudió ayer a votar en las elecciones filipinas y se mostró “muy confiado” de que logrará el escaño en el Congreso al que aspira, pese a que se enfrenta a un experimentado político local.
"Hoy es el día del juicio final”, declaró el siete veces campeón mundial, al depositar su papeleta en un colegio electoral de la provincia meridional de Sarangani, donde tuvo que esperar en la cola como el resto de los votantes.
Multimillonario, ídolo nacional y el número uno sobre la lona, “Pacman” todavía tiene el reto pendiente de aprovechar su fama para triunfar en la política, tras fracasar en su primer intento por ser congresista en 2007.
