Amigos, los 600 jonrones de A-Rod no son reales: su poder se basó en esteroides/anabólicos/sustancias prohibidas y más etéceras.
Y así, of course, se hizo millonario con el mejor contrato de todos los tiempos en MLB (25 mdd cada año por diez temporadas).
¿Que pegó 48 y 54 cuando ya existía el control?: Por favor, ya para ese entonces su cuerpo estaba súper fortalecido con tanta sustancia prohibida… y que todavía “daban rendimiento”.
Hoy, es diferente
Los efectos anabólicos han desaparecido y, por ende, Alex ya no llegará a las cifras de antaño que le dieron tanta fama y dinero.
El “Caso A-Rod” me recuerda el de aquellos “pillos” puestos al descubierto tras ser “dignos” ciudadanos/empresarios/políticos que alimentaron grandes fortunas e imagen “lavando dinero sucio”.
Cada quien puede pensar como lo desee y le dicte la mente y el corazón, pero si hay quienes crítican la cifra de los 600 del hijo de dominicanos, la verdad no creo que éstos sean puristas del beisbol.
Alex, como Sammy Sosa, Mark McGwire, Barry Bonds (todavía sin comprobar) y Palmeiro, consumieron hormonas de crecimiento humano y por lo tanto se dieron vuelo conectando a destajo obuses de largo alcance ante la complacencia de Bud Selig y sus afanes comerciales/mercadotecnia/espectáculo jonronil.
No se puede ocultar que la Era Esteroide implicó, con claros signos de complicidad a casi todo el beisbol.
La media, aficionados, directivos, casas comerciales, jugadores, coachs, managers, entrenadores, médicos famacéuticos, masajistas, etc., sabían lo que pasaba y dejaron hacer y pasar. El espectáculo era prioritario (recuérdese 1998 con Sosa vs McGwire).
Y en ese horizonte saltaron e impactaron con su poder los "héroes" que ya conocemos, estableciendo marcas de todos sabores y colores.
La verdad, ello no es justo. Por ello, sí, debemos dimensionar el alto valor de gente que al natural, sin necesidad de hormonas-anabólicos-estreoides, impacraron con su poder al bat.
Ruth, Aaron, Griffe
De este notable grupo, Albert Pujols, la excelencia ofensiva, nos depara toda una nueva historia en la especialidad de su majestad, el jonrón, ya lo ve y lo verá.