Arlington, Texas.- Como un rayo descargó Manny Pacquiao sus golpes sobre la humanidad de Antonio Margarito.
Pero no sólo fue velocidad. Fue también demostración del boxeo convertido en un arte, en una disciplina exacta que pocos en la historia de este deporte han sabido alcanzar. Y el Pac es uno de ellos.
En 12 rounds el filipino se apoderó de la atmósfera electrizante del Cowboys Stadium.
Y Margarito, animado por miles de mexicanos, apenas pudo cubrirse y valerse de su peso para sucumbir en knock out.
Margarito llegó a tener algunos momentos afortunados, en el quinto, octavo y noveno episodios, al llegar con sus famosos opers e impactos a la cara y el cuerpo, lo que produjo el coro de "sí se puede", pero la efectividad, la velocidad y la puntería del asiático no permitieron mayor sublevación.
NO HAY DUDA
Ya no hay duda de que el "PacMan", de 31 años de edad, ahora con 52-3, 38 nocauts y dos empates, es el mejor boxeador del mundo libra por libra. En lo que fue una real pelea, con todo y que haya sido de un solo lado, el asiático conquistó el cinto universal superwelter del CMB, que estaba vacante, para sumar seis fajas del orbe. Le acreditan dos más, pero de organismos poco reconocidos. Margarito (38-7, 27 KOs y un empate), de 32 años, nunca cejó en su empeño de hacer valer su ventaja en pegada y estatura (1.85 contra 1.69 metros), pero cualquier esfuerzo le resultó inútil, ya que recibió castigo en proporción de 6 a 1 y hasta 7 a 1.
APOSTÓ TODO A SUS PIERNAS
Desde el pesaje se advirtió que Pacquiao depositó parte de su peso en sus piernas, las cuales le dieron resorte, firmeza y le permitieron moverse cuanto le fue necesario para golpear y escapar a las predecibles ofensivas del mexicano, quien de "Tornado de Tijuana" pasó a ser un viento sin la menor fuerza.
Margarito pesó 150 libras en la ceremonia oficial del viernes y ayer estaba en 165 libras. Manny se limitó a dar 144.6 libras anteayer y este sábado estaba en 148. Definitivamente su estrategia de estar muy liviano le resultó. Para la cuarta ronda, el panorama se veía nebuloso para Margarito, cuyo pómulo derecho se convirtió en un volován y con el paso de los asaltos se abrió y se le cerró el ojo de ese lado, lo que sin embargo no le restó bravura, siempre esperanzado en ganar con un solo impacto ante un artista del boxeo que hizo un combate sin error. Margarito asestó castigo en el octavo y noveno episodios, pero el "Pacman" resistió y se zafó a tiempo del pleito que no le convenía. Así, la paliza aumentó, hasta pensarse que era Manny quien podía noquearlo.
El réferi texano Laurence Cole revisó la cara del tijuanense en los asaltos 11 y 12, y lo dejó continuar. En el duodécimo y último, Pacquiao pareció portarse hasta benévolo al dedicarse más a boxear sobre piernas, al ver las deplorables condiciones de su enemigo.
Margarito se llevó tres millones de dólares, en tanto que Pacquiao tiene garantizados 15 millones de verdes, que pueden subir hasta 25 millones, por los ingresos del pago por evento.