Señores aficionados estamos viviendo tiempos de júbilo, tiempos de vacas gordas, tiempos en que la fanaticada yaqui esta comulgando con su equipo, tiempos en que las expectativas son altas y los beneficios inmediatos. Yaquis de Obregón se encuentra a una sola victoria de levantar por quinta ocasión el trofeo de campeón. Lo predije desde el primer día, veía a este equipo campeón, fui más directo al escribirles que había algo especial en esta rotación y que percibía una excelente vibra en el vestidor.
Vivimos en una ciudad beisbolera, en una comunidad 100 % yaqui, aquí el beisbol no es un deporte, es una religión, vivimos en tierras fértiles, tierras donde la pelota caliente es el tema de conversación favorito, en estos momentos los ojos de todo México están en Cajeme, los fanáticos al rey de los deportes tienen su mirada en Obregón, saben que aquí se coronará el equipo campeón, saben que el Estadio Tomás Oroz Gaytán vivirá uno de los momentos más inolvidables de su construcción. El TOG será una sucursal del manicomio.
Este estadio ha visto y vivido solamente en una ocasión una celebración de campeonato, para ésto nos tenemos que remontar al ya lejano enero de 1981, fecha en que Eleno Cuen lanzaba intransitable, Antonio Villaescusa lucía como un siore volador, Adalberto Rosas celebraba la victoria al lado del Chemalito Parada, la espumosa se vertía sobre los celebrantes y un servidor se secaba las lágrimas de alegría de las mejillas, mis primeras lágrimas que derrocharía por esta noble organización, los Yaquis de Obregón.
Este fin de semana no me cabe la menor duda que los Yaquis quedarán campeones, que René Arturo Rodríguez hará historia al empatar a Don Faly Parada como el máximo ganador de coronas, esa será una noche especial, el dominicano Eduardo Díaz, levantará por fin un trofeo de campeones. Lo vaticinó el primer día de trabajo, éste es el de coronación, este 2011. Díaz plasmará su nombre con letras doradas en los libros históricos de Obregón, se codeará con Magallón, García, Sigman y Rojas. El triunfo Yaqui, el triunfo del arquitecto del imperio Yaqui, el triunfo del Lord de Quisqueya, dará una muy merecida alegría a la gente por la que se hace todo, por el Fanático Yaqui, ese incansable que está con el equipo en las buenas y las malas, por ellos muchachos, por ellos es que hay que salir victoriosos.
El momento está en la mira, solo falta una W, solo falta vencer una vez más a la fuerte escuadra algodonera, tírenme de loco, pero yo ya soñé esa celebración, será algo increíble, algo emocionante, un logro que la comunidad arropará como ningún otro.
Este es un equipo de hombres no de nombres, aquí no desfilan diez grandesligas en el roster, aquí cualquiera de los 29 puede ser el héroe cada noche, un día es un cubano, otro un dominicano, al siguiente un nicaragüense, uno de Quetchehueca, otro par de Baja California o un Obregonense pueden definir un partido, tenemos brazos jóvenes, confiables, que no se achican con el peligro y un chicote que con buenos modales les da los buenos días, buenas tardes y buenas noches, alejando cualquier ataque opositor. Quiero despertar después de un largo sueño y voltear al lado de mi cama y ver las fotos de esta hermosa celebración.
¡Por hoy se acabó, nos vemos en el TOG, hay un campeonato que ganar!