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Medicina o dopaje en el beisbol

AL BAT: Jesús Alberto Rubio
Domingo 15 de Mayo de 2011
 

Bienvenida la colaboración del doctor Vicente Arturo Carranza Fernández, especialista de la medicina general y deportiva, con 34 años de experiencia en el beisbol de Estados Unidos y México:

“El debate que hoy recorre el mundo del beisbol es el controversial tratamiento al que fue sometido Bartolo Colón, quien a los 37 años de edad, lo pasó del retiro a estar lanzando rectas por encima de las 96 millas por hora con los Yankees de NY.

El tratamiento consistió en usar células madres de la médula espinal del propio Colón para inyectársela de nuevo en el hombro, codo y muñeca del lanzador para ayudar a reparar daño en el ligamento y desgarro en el manguillo rotador (término anatómico que se usa para el conjunto de músculos y tendones que son parte de la estabilidad del hombro).

El tratamiento fue realizado por el Dr. Joseph Purita en Florida. La noticia fue publicada por el New York Times donde se asegura que el galeno ha usado hormona del crecimiento humano (HGH) en tratamientos de este tipo, pero en entrevista con el mismo rotatitivo aseguró que no se usó dicha sustancia en el caso de Bartolo Colón.

El uso de la hormona del crecimiento humano (HGH) está prohibido por Major League Baseball (MLB) por considerarse dopaje.

Por años, he creído y asegurado que este tipo de tratamientos, al igual que la cirugía Tommy John, son claros procedimientos de dopaje.

La definición del Comité Olímpico Internacional (COI), sobre dopaje es “la administración o uso por parte del atleta o deportista de cualquier sustancia biológica, química o física ajena al organismo en cantidades normales o anormales. Es doping toda manipulación sanguínea, química y fisiológica que conlleve un resultado orientado a mejorar el rendimiento.”

Los casos del tratamiento a Bartolo Colón y las cirugías Tommy John son similares en esencia. A Colón se le extrajeron células saludables de una parte del cuerpo para ponérselas en el brazo que ya estaba dañado y mejorarle el rendimiento.

En el caso de la cirugía Tommy John se reconstruye el ligamento colateral medial dañado del codo injertándole ligamento saludable obtenido de otro músculo del mismo paciente.

Es decir, pitchers que ya no eran capaces de lanzar una pelota sin dolor, vuelven a la loma muchas veces con una potencia de brazo aún mayor que la que tenían antes.

Para mí no hay dudas, ambos procedimientos son doping porque, de acuerdo al COI, la sola intención de aumentar el rendimiento de un modo artificial está considerado doping.

Y es que el objetivo de ambos procedimientos es aumentar el rendimiento físico de una manera no natural, es decir, se quita el dolor con un procedimiento realizando un injerto y/o células y sustancias que aumentan la capacidad de lanzar.

En el espíritu deportivo el mejor triunfo es el que se logra con el esfuerzo de uno mismo y no con el que se obtiene por medios físicos, químicos o quirúrgicos.

Con este texto quiero anticipar el gran respeto que le tengo a los profesionales facultativos inmiscuidos en estos casos y apelar al espíritu de la campaña antidopaje en el mundo para concientizar a todos los que estamos involucrados en el beisbol sobre las implicaciones de tratamientos de este tipo que generan condiciones desiguales entre los peloteros porque, al final, son condiciones propiciadas por ventajas artificiales y no naturales.

La Agencia Mundial Anti Dopaje (WADA),  por sus siglas en inglés, es el organismo que vigila y castiga el uso de procedimientos prohibidos que estimulan el rendimiento de forma no natural.

Entre los propósitos del Código Mundial Anti Dopaje y el Programa Mundial Anti Dopaje que la WADA promueve, se encuentra:

“Proteger el derecho fundamental de los atletas de participar en un deporte libre de dopaje y así promover la salud, la justicia y la igualdad entre los atletas en el mundo”.

Procedimientos quirúrgicos como los practicados en el beisbol no están prohibidos por la WADA o por las Ligas Mayores, sin embargo, bien podrían ser incluidas como métodos dopantes según el propio Código Mundial Anti Dopaje de la WADA donde establece en su artículo 4.3.1.1 que, entre los criterios para prohibir métodos por considerarlos dopaje, se encuentra:

“Evidencia médica, efecto farmacológico o experiencia de que la sustancia o el método, por sí solo o en combinación con otras sustancias o métodos, tiene el potencial de mejorar el rendimiento deportivo.”

Es decir, ambos procedimientos (la cirugía Tommy John y el caso Bartolo Colón) tienen el potencial de mejorar el rendimiento deportivo. En esencia, es doping.

También entra la cuestión ética de nosotros como médicos del deporte. Y es que este tipo de procedimientos han tenido un uso indiscriminado. La cirugía Tommy John, por ejemplo,  se la han realizado a pacientes de 18 años sin consultar otras alternativas de tratamiento para esa lesión y en un prospecto joven hay muchas alternativas médicas antes de recurrir a dicha cirugía.

Con estos antecedentes, yo soy un firme creyente de que la definición del doping se debe replantear en el beisbol ya que se practica a diario profesionalmente. Esta definición debe incluir procedimientos como los ya descritos que mejoran el rendimiento en brazos que ya no son aptos para lanzar, tal como lo estipula la WADA en su Código.

Pero otra vertiente del problema del dopaje en el beisbol es que se ha manejado con fines mediáticos y políticos, pero nunca en términos de definición. Es decir, se han preocupado más por las repercusiones en los medios de comunicación o en la opinión pública que en el concepto y la esencia del programa antidopaje que es poner el terreno parejo para todos.

Y aquí quiero citar otra vez como ejemplo, al caso de Bartolo Colón y el manejo que le ha dado al asunto la oficina de los Yankees, donde el gerente general Brian Cashman, aseguró al New York Times no conocer el procedimiento médico al cual se había sometido Bartolo Colón en el invierno.

Al conocer los detalles del tratamiento a través de los medios y al sospechar que en él se usó la hormona del crecimiento humano (HGH), que sí está prohibida por MLB, Brian Cashman decidió notificar a Grandes Ligas de dicha sospecha para que investiguen. Es decir, hasta que la noticia se hace pública, y Brian Cashman dice enterarse, es que se notifica a Grandes Ligas.

Cómo es posible que Brian Cashman diga que notificó a Grandes Ligas sobre el tratamiento a Bartolo Colón después de realizado, cuando es política de MLB que, antes de aplicar cualesquier medicamento o procedimiento, hay que notificar primero a MLB. Es decir, se notifica antes y no después. No es posible que un gerente general firme a un pelotero sin conocer con detalle sus antecedentes médicos. No es creíble.

Por esas razones, es imperativo que las reglas del juego queden claras para todos y así evitar salidas políticas, mediáticas o legaloides para este tema tan importante.

En este texto quiero proponer una definición alternativa para el término dopaje: Doping es la administración o uso de sustancias o métodos, ya sea biológicos, químicos, físicos o quirúrgicos destinados a mejorar el rendimiento deportivo.

Antes de realizarse, todo proceso, manipulación y/o tratamiento quirúrgico tendrá que someterse a la aprobación de la liga y la asociación anti dopaje en turno.

Es doping toda manipulación química y fisiológica que conlleve un resultado orientado a mejorar el rendimiento.

 Es doping toda alteración sanguínea o genética que busque mejorar el rendimiento.

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