1 Cada vez me gusta más el futbol-poesía, el que practica el Barcelona -y también el que le vi a México contra EEUU-, el de la selección uruguaya, el chileno y el mejor argentino y brasileño (porque hay de todo). Ese futbol alegre y rápido, en el que se acaricia al balón, en el que tras cincuenta pases llegas a la red, me envuelve, lo busco, lo disfruto. En México el masaje de la TV-basura toma niveles de locura cuando se trata de futbol, como cuando ganó la Sub17 recientemente. El problema que tiene esa TV-comercio es que debe enfrentar una realidad: que el espectador nacional compare la alta calidad del futbol –sobre todo el europeo-- frente al local. En lo personal no he visto por años un solo juego entre equipos locales, ni de futbol ni de beisbol, y eso que vivo a cinco minutos del estadio de los Pumas de la UNAM. Hasta acá escucho las porras, los gritos, el ambiente, mucho mejor que en el beis, por supuesto. Porque no los sigo, no soy el indicado para escribir de lo que ni siquiera me tomo la molestia de evaluar. Espero pronto ver a los Pumas.
2- Escribí mis impresiones --lo que pienso del futbol, lo poco que conozco del juego--, con motivo del Mundial en Sudáfrica. Edité unas cinco LUPAS sobre el evento y elogié el futbol de Washington Tabárez y del Loco Bielsa, el primero entrenador de la Selección de Uruguay y el segundo entrenador argentino de la Selección de Chile, de quien dije sería ideal para hacer pensar a los jugadores de la selección mexicana. Dije en esa ocasión que los directores técnicos son los poetas del futbol. Lo sostengo. También creo que los managers son –o debieran serlo-- los poetas del beisbol. En el diario español El País, a quien debo lo poco que sé de futbol (sus reporteros son cultos y precisos), he leído recientemente varias entrevistas sobre el deporte de las patadas. También he buscado leer de futbol en El Mundo, diario madrileño de alta calidad, superior a cualquier diario mexicano (todos llenos de papel pero carentes de ideas y de buenos reporteros). Hace unos días el master en periodismo Ángel Liceras, redactor de El Mundo, publicó una semblanza de Cesar Luis El Flaco”Menotti (CLM), leyenda del futbol inteligente, nacido en 1938, en Rosario, Argentina, ingeniero químico, como el que esto escribe, y uno de los grandes oráculos del futbol, con una larga trayectoria en el deporte de las patadas. Hay quien considera que Menotti creó el fútbol de izquierdas como si el balón fuera sensible a las ideologías –afirma Liceras--. Su figura aisla cualquier creencia política porque esencialmente es la de un filósofo, la de un defensor del juego de ataque, la de un amante del espectáculo. El gol debe ser un pase a la red, dice una y otra vez El Flaco. Al fútbol se juega pensando, siempre, y precisa: Un entrenador genera una idea, luego tiene que convencer de que esa idea es la que lo va a acompañar a buscar la eficacia, después tiene que encontrar en el jugador el compromiso de que cuando venga la adversidad no traicionemos la idea.
3- Relata Liceras que gracias a la valentía de sus propuestas de CLM la AFA (Asociación de Futbol Argentino) le encargó la dirección de la selección en 1974, con apenas dos años de antigüedad en el gremio. Con su labor revolucionó las estructuras del fútbol argentino e hizo de la albiceleste un equipo estético y luchador. El gran éxito de su vida fue la conquista del Mundial de 1978, título disputado en casa. La prensa local no entendió antes del torneo que un joven llamado Maradona no estuviese convocado y Kempes sí. Los resultados dieron la razón al seleccionador. Kempes fue la estrella del campeonato y el máximo goleador con seis tantos, dos ellos en la final con Holanda. Maradona obtuvo el tiempo que necesitaba para confirmarse al año siguiente como la gran promesa argentina durante la conquista del Mundial Sub 20, también a las órdenes de CLM. El Flaco con Maradona de estrella ganaron en 1983 para el Barça la Copa y la Supercopa -entonces Copa de la Liga-. Por esas fechas nace su rivalidad con Carlos Salvador Bilardo, el nuevo seleccionador de Argentina. Se enfrentan la habilidad y el refinamiento de los poetas como Menotti frente a la táctica y el estudio de los filósofos como Bilardo. CLM estuvo en México en 1991-92, como director de la selección mexicana. Huyó de los contratos largos y se retiró en 2010. En marzo de este año sufrió una afección pulmonar que casi le cuesta la vida. Ha dejado el cigarro. Pese a todo, sigue impartiendo cátedra en su columna mensual en GMS, una filial de la agencia mundial de noticias DPA.
4- En una larga entrevista con Luis Martin, de El País, titulada “El futbol se lo robaron a la gente”, dice CLM: --Uno recibe alguna recompensa a la lucha despiadada en contra del fútbol que traiciona su sentido de pertenencia. Como el Huracán salvó al fútbol argentino, España me reconcilió con el fútbol, me devolvió el apasionamiento por el juego. Verles jugar con los chiquitos pequeños fue reconfortante. El fútbol es el único lugar donde me gusta que me engañen. El fútbol son tres cosas: tiempo, espacio y engaño. Pero no hay tiempos, no se buscan los espacios y ya no me engañan nunca; me aburro de una manera que tengo la sensación que eso que llaman fútbol es otra cosa. Yo digo que el 99.9% de los entrenadores viven envidiando el juego del Barcelona. Todos quisieran ser Guardiola. Pero la mayoría no sabe cómo se hace. -- Él dice (Guardiola) que con buenos jugadores... --No, eso se lo come un pelotudo, yo no. Esto no es un señor que se para en la línea y dice: tocar, tocar y tocar, y que como son buenos le hacen caso. Lo de Guardiola es muchísimo más difícil que todo eso. Es producto del entrenamiento, de ideas claras, de saber hacerse comprender y ganar adeptos... Quedó demostrado que Guardiola es más importante que sus jugadores. Él dice lo contrario, claro... ¡qué va a decir! ¿Soy el mejor? Tampoco se lo cree. Pero vamos a revisar quién era Piqué antes de Guardiola, quién era Pedro, quién era Busquets. Ni siquiera Iniesta era titular, era discutido. Ahora son unos fenómenos. Lo cierto es que tuvo un punto de suerte. Más adelante El Flaco afirma que en la Argentina hace 50 años que se produjo la desculturización. Es preocupante. La marginalidad ha llegado a la clase media-alta. Hubo quien se mató por las ocho horas de trabajo por jornada y ahora la gente hace 14 para poder vivir y no se queja...Eso sumado a que un país rico entre comillas produce miserables en el poder. Y lo primero que han hecho ha sido robarle a la gente el sentido de pertenencia. Parece que todo es suyo, incluso el futbol. Cuando el gobernador hace una calle parece que la ha pagado de su bolsillo. Nos robaron la música, nos roban los parques, las plazas y hasta el futbol. Y luego se extrañan que la gente se canse y acampe en las plazas.