VISIÓN YAQUI. El doblemente campeón nos ha enseñado las dos caras de la moneda, nos ha dado a conocer que puede macanear con cualquier equipo y que se puede trenzar en un duelo de pitcheo con el que se le ponga enfrente. En el primer partido con los “hermanos comerciales”, Obregón masacró los pitcheos del “Ruso” Tabaschnick, enseñando el poder en las muñecas del recién arribado Jeff Salazar y del obregonense grandesligas Alfredo Amézaga. Y en el segundo de la serie se maniató por completo a la ofensiva de venados con trabajo magistral del prospecto de gran carpa Marco Antonio Carrillo, quien bajó a niveles de gente grande su efectividad, derrotando en este duelo a uno de los mejores lanzadores del territorio nacional Walter Silva.
Cosas buenas pueden suceder con esta formación que está presentando el equipo de Obregón; de cinco ofensivos y un lanzador, aún cuando los puristas del beisbol requieren que llegue otro lanzador yo soy de las personas que piensan que a la larga, para alzarse de nueva cuenta con el trofeo de campeones, se necesitará el punch ofensivo que te dan cinco extranjeros; no estoy menospreciando a ningún nacional, solo que debemos de dejarnos de sentimentalismos y ver la película completa. Sumando a Mendoza al mix de la rotación, yo no dejaría ir a ningún bateador, pero uno solo da su humilde opinión, yo confío en que Valdez, Carrillo, Keisler y Luis Alonso harán un cuarteto interesante.
Con buenos ojos veo la situación de Agustín Murillo, quien ha encontrado su hogar en el lugar nueve de la alineación; siento que Guty se mezcla en forma exquisita al platillo principal, a muestra están las aportaciones ofensivas de los últimos diez partidos, este es el jugador que la afición idoliza, uno de total entrega, dinamismo y furia, elementos necesarios que tiene un superestrella de nuestra pelota mexicana invernal.
ALÉGALE AL AMPAYER. Vaya que dejó mucho que hablar las decisiones que se tomaron en la semana de premios de la Major League Baseball; y es que la mayoría de la fanaticada quedó anonadada de las decisiones que se tomaron. En primer término con la designación del jugador más valioso en la Liga Americana y después en el viejo circuito.
En pleno 2011 nos hace pensar en que en ambos premios existió un muy grande sesgo racial; miren aquí está un estudio estadístico de lo sucedido en la campaña y usted me dirá si fue o no fue una decisión totalmente marcada a favor de los peloteros blancos norteamericanos.
Comencemos con la Liga Nacional donde se designó a Ryan Braun de Cerveceros cuando en la mente de los expertos (no votantes) debió haber ido a Matt Kemp de Dodgers; Braun conectó 33 cuadrangulares por 39 (líder) de Kemp, Ryan produjo 111 anotaciones mientras que Matt lideró las mayores con 126. Si a esto le sumamos el guante extraordinario que mostró y demostró el Dodger toda la campaña, los 40 robos, el .399 de OBP, las 115 anotadas (líder), tenemos un año supremo, pero pues se limpiaron los votantes con todo eso.
Por otro lado, en la Americana, fue por demás desconcertante, el ver a Justin Verlander como ganador en lugar del indio americano Jacoby Ellsbury de Red Sox; es entendible que Verlander tuvo una de las mejores temporadas para un pitcher en los últimos 25 años, pero me queda claro que él solamente participó en un 20% de los partidos de los Tigres de Detroit. Veamos la comparación de ambos estelares: Ellsbury jugó en 158 de 162 partidos, tuvo 119 anotadas (3er), 212 imparables (2ndo), 46 dobles (3er), y algo impresionante 39 robos-32 cuadrangulares. Mientras que sí, Justin Verlander ganó la triple corona del pitcheo, pero por lo mismo recibió una semana antes el premio Cy Young.
Los votantes dejan sin premio a un afroamericano y a un indio americano, cuando parecía que el racismo se había terminado, salen con estas cosas; que tristeza, Señor Selig, la cara de las ligas mayores es negra, café, amarilla, no solamente blanca, chequen bien sus estadísticas antes de cometer estas arbitrariedades que solo afectan la integridad del deporte rey.
Por hoy se acabó, nos vemos en el estadio.
@deprimeraahome