MIAMI.- Antes de cada juego, el delantero del Thunder de Oklahoma City, Serge Ibaka eleva una oración para dar gracias. No por jugar en la NBA, sino por estar vivo.
Ibaka, originario de la República del Congo, sobrevivió al conflicto armado que azotó su país cuando él tenía nueve años de edad, uno después de que su madre murió y cuatro antes de que su padre fuera encarcelado. No, no ha sido una vida sencilla para el jugador de 22 años de edad.
"Le doy gracias a Dios por darme la vida y por mantenerme con ella", dijo Ibaka en español, uno de los tres idiomas que domina, además del francés y el inglés. "Es algo que llevo haciendo por años".
Tras sobrevivir el conflicto armado en su país, Ibaka comenzó un romance con el basquetbol, aunque no deja de reconocer que su primer amor fue el futbol.
"Claro que me gustaba el futbol, es algo que a todos los niños de mi país les gusta, pero yo conocí el basquetbol por mi familia y me quedé con eso", añadió.
Aunque por sus logros en la NBA Dikembe Mutombo ya se había convertido en un icono e ídolo de muchos niños en su país, Serge no recibió inspiración de él, sino de sus padres, Desire Ibaka y Amadou Djonga, quienes fueron seleccionados nacionales de su país y le enseñaron el deporte.
A los 16 años, Ibaka se unió a su primer equipo organizado y poco después participó en campeonatos juveniles africanos, donde recibió invitaciones para comenzar a jugar profesionalmente en Francia, donde no se adaptó y de ahí se fue a España, donde el DKV Joventut fue el trampolín que lo llevó eventualmente a la NBA.
Con el Thunder, en su primera temporada promedió 6.3 puntos, 5.4 rebotes y 1.3 tapones, números que este año se elevaron a 9.1, 7.5 y 3.6.
"Mi estilo de juego es ser agresivo, tengo una misión en la cancha que es defender como sea y trato de hacerlo lo mejor posible", agregó Ibaka, quien tiene nacionalidad española y jugará los próximos Olímpicos de Londres.
El delantero africano dijo que el título de la NBA no le obsesiona, pero es algo que quisiera ganar, porque sabe que representaría alegría para su país natal.
"Yo sé lo que represento, sé por quién juego y lo que realmente importa", agregó Ibaka. "Sé que hay mucha gente que me sigue en África, esto no es por Serge, es por ellos".