Es el adiós de María Espinoza de México. La despedida de quien el próximo 27 de julio portará la bandera tricolor en el estadio olímpico de Londres.
La taekwondoín sonríe, aún cuando decenas de personas la rodean con cámaras y micrófonos, la sinaloense conserva la mesura y comparte la emoción por vivir sus segundos Juegos Olímpicos.
“No me siento presionada, sino comprometida con mi país. Para mí es un honor portar los colores nacionales. Me siento totalmente preparada para este nuevo reto y mucho más madura que hace cuatro años”, dijo la seleccionada, quien viajó a Barcelona para realizar un campamento de altura antes de llegar a Londres.
La emoción es la misma que en 2008, cuando viajó a Beijing y obtuvo la de oro.
Posee las mismas ganas de subir al podio y ver ondear su bandera. La diferencia es que, en esta ocasión, María viaja como una deportista consolidada y favorita para regresar con una medalla.
“Es muy distinto lo vivido este ciclo. El proceso fue muy diferente. Tuve momentos buenos y también malos que me ayudaron a aterrizar. Me siento fortalecida por las experiencias de estos últimos cuatro años y con todo el ánimo de revalidar mi título”, agrega la representante tricolor en la categoría de más de 67 kilogramos.
Acompañada por su entrenador Pedro Gato y su equipo multidisciplinario, María asegura no temerle a los petos electrónicos que se emplearán en esta justa.
“Entrenamos mucho el nuevo reglamento surgido a raíz de los petos. Estamos adaptados, así que ese no será pretexto cuando de resultados se trate”.
Y aunque no reveló muchos detalles, la campeona mundial en 2007 adelantó que el traje que portará en la ceremonia de inauguración luce estupendo. “Esperen al 27, se van a sorprender”.
Ayer por la noche también viajaron, pero directo a Londres, Carlos Padilla, comisionado especial para los Juegos Olímpicos e Ingrid Drexel, representante tricolor en la disciplina de ciclismo.
“Como cada cuatro años tenemos atletas sobre quienes están los reflectores, como María Espinoza”, dijo Padilla antes de partir.
