Ciudad Obregón no duerme en la noche del sábado y las primeras horas del domingo. No duerme porque sus Yaquis son tricampeones y quién puede echarse a la cama cuando todo es algarabía y festejos.
En la calle Miguel Alemán, en las colonias populares, en las comunidades del Valle del Yaqui y en la zona residencial. En restaurantes, taquerías, antros, hospitales, en todas partes nadie habla de otra cosa que del Tricampeón, Yaquis de Cd. Obregón.
El ansiado, el soñado tercer título consecutivo llegó en un juego que no fue emocionante porque los Yaquis le cayeron a las Águilas desdel la primera entrada con cinco carreras, dos más en la segunda y al terminar la tercera entrada ya eran doce.
Pero aunque no fue un juego emocionante, de suspenso como el previo, cuando se ganó el tercero, el de ahora, el cuarto y definitivo fue una fiesta.
Con la amplia ventaja que tomó el equipo desde la tercera, el público, que sobrepasó con mucho la capacidad del TOG, festejó entrada tras entrada, out tras out, hasta que llegó la novena, con Águilas moralmente derrotados y Yaquis apurados por festejar.
Así llegó el out 27, con una ventaja de 16 carreras a 2, y como debía ser, con Luis Ignacio Ayala en la loma de pitcheo y casi quince mil gargantas coreando "Yaquis, Yaquis, Yaquis..."