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HERMOSILLO.- Deporte y fiesta popular se conjugan en la celebración de la Serie del Caribe en la capital sonorense.
Desde muy temprana hora de este viernes las calles de la capital sonorense se vieron invadidas por miles de visitantes, en forma notoria la mayoría de ellos vienen de Cd. Obregón y visten orgullosos su casaca del equipo de sus amores, los Yaquis.
El Tricampeón de la Liga Mexicana del Pacífico y los representativos de República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico son los protagonistas de esta fiesta deportiva que en la cancha se transforma en una verdadera lucha de rivales que lucen poderosos, armados "hasta los dientes" y con el mismo objetivo de sumar un gallardete más.
Pero si los aficionados están atentos al terreno de juego y arengan a sus Yaquis - México, el resto de las horas, en las calles, en las plazas, restaurantes y bares no hay rivalidad, sólo ánimo para celebrar, levantar el tarro y brindar. Salud!
Los jóvenes sonorenses asedian a los turistas de acento caribe, los colman de atenciones invitándolos a palticar, compartir un taco de carne asada, ver cómo anda la vida por acá y por allá.
Y los caribeños se dejan querer. Alegres como son, se sienten en su ambiente. La verdad, no son tantos como para decir miles, pero los que sí vinieron son suficientes para darle el toque especial de su región a esta edición de la Serie que se juega en tierras desérticas.
Así vivieron Hermosillo, los aficionados yaquis y los visitantes la primera jornada de la Serie del Caribe. La sombra de los enconos políticos, no oscureció la fiesta que todos quieren vivir
