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Durante el Mundial de Futbol en Brasil la afición mexicana albergó una ilusión: Que sus ídolos de la selección mexicana serían llevados, algunos, a los grandes equipos del mundo.
Es una aspiración legítima de los aficionados: Ver a los jugadores nacionales entre los mejores del mundo, por eso se leen con entusiasmo las noticias que ya ubican a uno del Tri en el gran equipo español, y a otro en el inglés, si no es que en la Bundesliga o en el Calcio italiano militando con los grandes clubes.
Así, mucho se habló de que Guillermo Ochoa sería contratado por un gran equipo europeo luego de su formidable actuación ante Brasil. Pero han pasado los días y nadie parece interesarse en los servicios del arquero mexicano.
El Atlético de Madrid, que parecía el candidato para firmar a Ochoa, ya contrató un nuevo portero y no sería raro que el mexicano se vea obligado a regresar al futbol mexicano o conformarse con firmar para uno europeo de media tabla.
Héctor Moreno, a quien ya hacíamos en el Barça o en el Manchester United, tiene un futuro incierto después de la lesión que lo mantendrá inactivo durante casi seis meses. Lo más probable es que se quede con su club actual, el Español de Barcelona.
Y los Dos Santos se quedan en el Villarreal, el "Gallito" Vázquez seguirá en el León, a Herrera nadie lo ha llamado y ningún club grande busca a Layún.
En resumen, el Mundial no sirvió para que los mexicanos no sean cotizados a la alza, a diferencia de colombianos, uruguayos, argentinos y chilenos que sí son buscados por los mejores equipos europeos.
