Sus entusiastas lo describen como un "hijo mágico nacido del amor" entre el voleibol, el fútbol y el kung fu. Se llama Sepaktrakraw; es ágil, es rápido y está ganando adeptos en el mundo entero.
En la disciplina, originaria del sudeste asiático, dos equipos de tres personas, ubicados a sendos lados de una cancha similar a la de voleibol, se pasan una pelota de fibra entretejida relativamente pequeña (con una circunferencia de 44cm) de lado a lado.
El detalle está en que no tienen permitido tocarla con las manos. Y para superar, con efecto, la malla -ubicada a 1,52m de altura- los jugadores hacen gala de habilidades propias de las artes marciales, con saltos y patadas acrobáticas.
La pelota en juego puede alcanzar una velocidad de 100kph.
De hecho, la raíz "sepak" es la palabra malasia para "patada", mientras que "takraw" es una palabra tailandesa que significa "pelota de ratán".
Como en el voleibol, cada equipo puede tocar la pelota hasta tres veces antes de pasarla. Y no dejarla caer al piso en ningún momento.
Gana el equipo que se imponga en dos de tres sets.
El origen
El origen del juego es motivo de disputa entre los países donde su fanaticada es más amplia: Malasia, Tailandia, Singapur y China, entre otros.
Las diferentes versiones se remontan a varios siglos atrás.
Una de ellas menciona un incidente ocurrido en el siglo XV y registrado en los Anales Malayos en el que el hijo del sultán fue golpeado en la cabeza por una pelota en juego en un partido de sepak raga, parecido al actual sepaktakraw.
Esto desencadenó en una sucesión de hechos sangrientos, que terminó mal para el hijo golpeado: resultó desterrado.
Pasiones
Aunque en una nota mucho menos oscura, cinco siglos después el deporte sigue alimentando las emociones de sus seguidores.
"Los fanáticos son muy apasionados, lo que explica por qué el deporte se está extendiendo a Europa, Australasia, Norteamérica y otras fronteras", le dice a BBC Mundo Chee Beng Goh, portavoz de Asia Sports Venture, empresa que organiza los campeonatos internacionales de la disciplina con la Federación Internacional de Sepaktrakaw (ISTAF, por sus siglas en inglés).
"El deporte está creciendo, con la participación de unas 33 naciones. Hay entre 200 y 300 millones de personas que lo juegan casualmente, y se espera que la cifra siga en aumento", añade, desde Singapur.
"Tradicionalmente se juega en países del sudeste asiático, así como en la provincia china de Guangdong, partes de Corea, Japón e India. Pero hay entusiastas tan lejos como Europa y Brasil".
En Brasil se lo confunde fácilmente con el futvolley, que juega principalmente en la arena, como una versión modificada del fútbol de playa.
Además de en ese país, hay federaciones de sepaktrakaw (o sólo "takraw", como se lo conoce en algunos lugares) en Puerto Rico -donde se lo llama futvoleibol- y en Colombia, donde fue introducido en una exposición empresarial en 1998.
A nivel internacional, el sepaktrakaw es una de las disciplinas de los Juegos Asiáticos -en cuya última edición (2014) se impuso Tailandia- y se jugó como deporte de exhibición en los Olímpicos de Pekín, en 2008.