El endeudamiento de los clubes y la inyección de capital para invertir en fichajes y no perder competitividad han propiciado la llegada de fondos privados. En el ámbito del futbol operan como propietarios y financiadores de diversos clubes alrededor del mundo, pero también modificando el sistema de transferencias de jugadores, aportando parte de las transacciones y generando plusvalía para una futura operación.
Entre las cinco ligas europeas más poderosas del viejo continente, son 15 clubes que tienen participación directa de fondos de inversión. El precursor fue el empresario estadounidense Malcolm Glazer, a través de la creación de Red Football Ltd, que con una operación por 1,283 millones de dólares compró a Manchester United en el 2005.
Desde entonces el crecimiento del club inglés se refleja en los ingresos que genera cada temporada. Hace nueve años, Red Devils obtuvo 307 millones de billetes verdes, mientras que la temporada pasada recibió 537 millones, según Deloitte.
Es precisamente el futbol inglés el destino más atractivo para los fondos de inversión, aunque sólo en la propiedad o sociedad para adquirir un equipo, porque la Premier League prohíbe a inversores privados adquirir futbolistas.
Si en un principio la industria del futbol resultó atractiva para capitales norteamericanos, en los últimos años grupos inversores de economías asiáticas desembarcaron en el balompié europeo.
Qatar Sport Investment y Abu Dhabi United Group impulsaron a París Saint Germain y Manchester City, respectivamente, a los grandes torneos, títulos y fichajes de jugadores como Zlatan Ibrahimovic, Sergio Agüero, entre otros.
La economía de parisinos e ingleses estaba estancada por deudas y en el plano deportivo PSG tenía 18 años sin ganar la Liga de Francia y Manchester City acumulaba 37 años de no obtener la liga inglesa. En el plano internacional ni hablar: sin trofeos continentales y, por consecuencia, sin acceso a los premios monetarios.
Por eso, el fondo que administra las ganancias petroleras de Qatar pagó 126 millones de dólares por el club galo, pero en un lustro la inversión asciende a 561 millones de dólares, tan sólo en fichar jugadores.
Mientras, Manchester City ganó dos ocasiones la Premier League y su presencia en Champions League ya la ha hecho una costumbre.
Ahora, ambos clubes integran la lista de Football Money League, con ingresos millonarios que los colocan entre los cinco equipos que más dinero generan por la industria del futbol y, sobre todo, una real competencia para los equipos tradicionalmente ganadores, como Real Madrid, Barcelona y Bayern Múnich, los millonarios de toda la historia.
Latinoamérica, donde todo comenzó
El colombiano Radamel Falcao es el octavo jugador que más dinero ha generado en fichajes. Su ascenso en el futbol mundial lo comenzó cuando en 2009 llegó al Porto; desde entonces sus traspasos han redituado en 143 millones de dólares, de los cuales el 55% (78.7millones) se quedaron en manos de Doyen Sports, el fondo de inversión privado más importante en el mundo.
En cinco años, el colombiano ha jugado para cuatro equipos y es parte de los 1,000 futbolistas en Europa, en los que los fondos privados han invertido.
Para Eduardo Carlezzo, abogado experto en derecho deportivo, los negocios relacionados a los derechos económicos de jugadores tienen inicio después del fin de derecho de retención de los clubes en los contratos de los futbolistas.
“La inversión de terceros en los fichajes se hizo común en el futbol sudamericano, donde los clubes no tenían suficiente liquidez para fichar futbolistas. En Brasil esto ocurrió en 1998”, refirió Carlezzo.
Debido a que la mayoría de los equipos en el continente siguen bajo el régimen de asociaciones, los fondos encontraron una vía de acceso al futbol en la inversión de jugadores, compartir el riesgo de la compra para luego generar dividendos por la venta; aunque “un jugador, contrariamente a cualquier otra inversión del mercado financiero, no tiene un parámetro de rentabilidad predeterminado. Puede ser cualquier cosa. Todo depende del rendimiento del jugador en la cancha y éstas son variables muchas veces incontrolables”, añadió el abogado.