La llaman la fiesta del fútbol latinoamericano, pero para una treintena de dirigentes y empresarios ligados a este deporte, la Copa América se transformó en una pesadilla.
El miércoles la Fiscalía de EE.UU. hizo pública una investigación donde acusa formalmente a 14 personas –nueve autoridades de la FIFA y cinco empresarios o ejecutivos- de haber recibido o pactado sobornos por unos US$150 millones a cambio de derechos de transmisión, publicidad y patrocinio de torneos de fútbol y adjudicar sedes de campeonatos.
En un mediático despliegue, varias autoridades de la FIFA fueron arrestadas el miércoles en Zúrich.
Más de dos tercios del monto total de sobornos correspondían a pagos ilegales por los derechos de transmisión y publicidad de la Copa América.
La Copa América es un torneo internacional que se realiza cada 4 años y reúne a las selecciones nacionales masculinas de fútbol más importantes de Sudamérica: las diez selecciones que conforman la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Además, suelen participar dos equipos invitados, generalmente México y EE.UU.
Y en junio de este año, Chile será sede del evento, cuyos derechos de difusión son hoy mirados bajo lupa.
¿Dos décadas de corrupción?
Desde 1987 la compañía Traffic, del conocido periodista deportivo y empresario brasileño José Hawilla, adquirió los derechos de transmisión y marketing de la Copa América.
El documento de la Fiscalía estadounidense, una persona denominada como "coconspirador #2" y descrita como "el fundador y dueño de Traffic Group, una compañía multinacional de marketing deportivo con sede en Sao Paulo, Brasil" comenzó a principios de los 1990s a pagar "decenas de millones de dólares" en sobornos requeridos por las autoridades de la Conmebol para continuar como titular de los derechos de transmisión.
"Coconspirador #2 utilizó varias técnicas sofisticadas de lavado de dinero para pagar sobornos y comisiones ilegales", asegura el documento.
Así, según la investigación del FBI, Traffic mantuvo los derechos de transmisión de la Copa América por 20 años.
Sin embargo, en abril de 2010, la Conmebol llegó a un acuerdo con Full Play, compañía perteneciente a los argentinos Hugo y Mariano Jinkis que le concedía los derechos de transmisión de los siguientes 3 torneos: 2015 (Chile), 2019 (Brasil) y 2023 (Ecuador), además de otros torneos menores.
Viendo peligrar su lucrativo negocio, Traffic demandó en una corte de Florida a la Conmebol y a Full Play argumentando que el convenio violaba un acuerdo firmado entre la compañía brasileña y la confederación en 2001. Según Traffic, el acuerdo les otorgaba los derechos del torneo 2015 y una opción prioritaria de adquirir los de las siguientes tres copas.