En la reciente temporada de la LMP los Yaquis mandaron al cajemense Esteban Quiroz a los Venados de Mazatlán. Fue uno de esos cambios que se acomodan a la lógica de los directivos, pero no a la de los aficionados.
Tener al Chapis Valencia de titular en segunda base quizá fue la razón por la que dejaron ir a Quiroz, que igual pudo haber jugado en otra posición del infield donde estaba el shortstop Catro que, sí, tiene un buen guante y brazo pero es casi un out seguro cada vez que se para en la caja de bateo.
Desde la campaña anterior Quiroz había dado muestras de estar listo para dar el salto de novato prometedor a un jugador de primera lìnea, ya cuajado y con un presente brillante en el beisbol mexicano. Cuando menos, porque hablar de incursión en Grandes Ligas es otro tema.
Pues bien, se fue Quiroz a los Venados, dejando atrás lo que pudo ser un gran aporte a la temporada de los Yaquis. Y de veras que les hizo falta.
Con los Venados, ya lo sabemos, Quiroz fue uno de los jugadores fundamentales en la obtención del título de la LMP. Recuerden que fue uno de los que "enterró" a los Yaquis en la serie semifinal, pero no porque traía la "espinita clavada" por el desprecio que le hicieron sino porque es un gran jugador que rinde donde sea.
Y ahora en la Serie del Caribe volvió a ser fundamental en el gran desempeños de los Venados invictos.
Ahora los aficionados de Cd. Obregón quieren saber si Quiroz regresará al equipo de su ciudad natal o seguirá cumpliendo con el viejo refrán que dice:
Nadie es profeta en su tierra.