La riqueza del beisbol es por demás inaudita.
Eterna en el espacio y tiempo.
Apasionante, además, diría el colega Antonio Elizarrarás.
El origen de que en MLB los ampayers levanten el brazo para cantar los strikes data de principios del siglo 20 y fue por por instancias de Dummy Hoy, un pelotero sordomudo de las Medias Blancas y quien de esa forma podía seguir el conteo sin dificultad.
Antes del siglo XX el ampayer utilizaba una escoba de mango largo para limpiar el plato, y posteriormente la tiraba hacia el dogout del equipo visitante.
Empero, por un descuido, el jugador de los Cachorros de Chicago, Jack Mc Carthy, al correr de tercera al home pisó la escoba y se dañó el tobillo seriamente. Debido a esto el presidente de la Liga Nacional emitió una orden en la que prohibía el uso de la escoba de mango largo e intuía que el árbitro llevara una escobilla que le cupiera en el bolsillo.
“Los Texas leaguer”
Arthur Sunday, un outfielder de Springfield, Ohio, quien jugó en Houston de 1889 hasta que la Liga de Texas se desbarató, es a quien se le acredita como responsable del origen del nombre de “Texas leaguer”.
Después que se terminó la Liga de Texas, Sunday junto a otros jugadores se unió al Toledo de la Liga Internacional y durante 31 juegos bateó para .389.
La mayoría de sus hit eran palomones sobre el infield muy distantes para que los del cuadro los atraparan y muy cerca para que llegaran los outfielders.
Un cronista de la época, para describir los batazos decía que eran “Texas leaguer”, teniendo en cuenta que Sunday provenía de esa Liga, y así el nombre se generalizó.
(Continuará)