¿Cuáles lanzadores o pitchers han lanzado más fuerte a través de los años?
Y más importante aún, ¿Con qué métodos se ha calculado la velocidad de la pelota?
LOS LANZA LLAMAS
1910s. Grabador de Intervalo de Gravedad.
El lanzamiento rápido es la pitcheada más común en el béisbol. El lanzador se impulsa y lanza la pelota tan fuerte como puede. No se trata de delicadezas, esto es una muestra de verdadero poder. Cuando un aficionado mira a un lanzador con una buena bola rápida, es natural querer saber qué tan rápida es la pelota que está siendo lanzada. El Rey de la velocidad en los primeros años del juego, fue sin duda alguna Walter Johnson. “El Gran Tren,” líder en la Liga Americana en ponches recetados en 12 veces y en su carrera tuvo marca de 3 509 ponches. Record que permaneció por 56 años. Hasta que apareció un tal Nolan Ryan.
En 1917, él fue a un laboratorio donde un lujoso aparato llamado “Grabador de Intervalo de Gravedad” medía la velocidad de sus lanzamientos y el más rápido fue de 91 millas por hora. Aunque es probable que un aparato más preciso habría detectado una mayor velocidad.
LA MOTOCICLETA
Conocido como “Rapid Robert” “Roberto El Rápido,” Bob Feller apareció en escena con los Indios de Cleveland en 1936, cuando solamente tenía 17 años de edad. Dos años más tarde, ganó el primero de cuatro títulos consecutivos en ponches en la Liga Americana.
En 1940, la recta de Bob Feller compitió carreras contra una motocicleta en una distancia de 60 pies con 6 pulgadas, lo cual es la distancia que hay hoy en día, entre la placa de lanzar y el home.
Para medir su lanzamiento, él tiró la pelota justo cuando la motocicleta pasaba junto a él a una velocidad de 86 millas por hora.
El lanzamiento de Feller, cómodamente llegó primero que la motocicleta a su destino. Y fácilmente la velocidad de la pelota fue calculada por los especialistas en 98.6 millas por hora.
LA PISTOLA DE RADAR
Antes de los 1970s, varias herramientas mecánicas fueron usadas para medir la velocidad de la pelota lanzada por un pitcher, pero ellas fueron generalmente de gran tamaño y los lanzadores tiraban en entornos especiales.
Eso cambió en 1973 cuando a un entrenador de béisbol colegial, se le ocurrió la idea de usar una pistola de radar, de esas que ya empleaba la policía para medir la velocidad de los autos, para calcular la velocidad de las pelotas lanzadas por los pitchers.
En ese tiempo, el lanzamiento más fuerte en el béisbol, correspondía al expreso de Refugio, Texas, Nolan Ryan.
Los Angelinos de California como se les llamaba en ese tiempo, montaron una promoción, sólo para ver qué tan rápidos eran los lanzamientos de Nolan y en 1974 trajeron a un ingeniero para que usara un radar y calcular la velocidad.
El lanzamiento más rápido de Nolan Ryan fue calculado en 100.9 millas por hora, lo cual fue anotada en el libro de records mundiales “Guinnes,” como el lanzamiento más rápido. Ryan continuó dominando a los bateadores por años, lanzando hasta que tenía 46 de edad y ponchando a 5 714 bateadores, 839 más que cualquier otro lanzador.
HASTA EL DÍA DE HOY
Por cerca de una década, los estadios de las Grandes Ligas has estado equipados con PITCHf/x, un sistema que usa un par de cámaras para rastrear el punto de lanzamiento, los giros de la pelota en su camino a home, su trayectoria, localización y velocidad de cada lanzamiento. ¿Se nos ocurre algún otro detalle importante?
Todo esto se hace en tiempo real y la velocidad se disminuye a una milla por hora dentro de una distancia de una pulgada lineal. ¡Zas!
Ahora nosotros sabemos cuánto quiebran las mejores curvas o las de cada lanzador y cómo se agitan los lanzamientos de mariposa o knuckleballs. Además por supuesto, quién lanza más fuerte. Aroldis Chapman.
En 2010, el zurdo relevista que en ese tiempo lanzaba para los Rojos de Cincinnati, realizó un lanzamiento que viajó a una impresionante velocidad de 105.1 millas por hora. En el 2014, su promedio de velocidad fue de 100.2 millas por hora y ponchó a cerca de dos bateadores por inning.
Ahora preguntémonos, en cuestión de tecnología. ¿Qué sigue?
Si ya los automóviles se manejan y se estacionan solos, y no usan gasolina.