En base a las negociaciones actuales entre sindicato de peloteros, dueños de equipos y el Comisionado de Ligas Mayores, Rob Manfred, el profesor Héctor Barrios Fernández, desde Ensenada, Baja California, nos comparte su opinión sobre esa situación prevaleciente en el mejor del mundo actualmente en receso.
Leamos entonces al maestro:
“Dicen que "si no tienes nada que decir, mejor no digas nada."
Claro lo digo por mí.
No entiendo mucho de negociaciones y menos de tan alto nivel.
Cuando chamaco me gustaba más el juego.
Era yo más soñador.
Creo era más ignorante que ahora. Ni por aquí me detenía a pensar, ni sabía, ni me imaginaba, que los peloteros eran casi una especie de esclavos o propiedad de los dueños. Luego, cuando crecí, me enteré del caso Curt Flood y desde siempre me pareció un abuso de parte de August "Gussie" Bush, el propietario de los Cardenales de San Luis y de MLB lo que hicieron con él.
Después en una revista nacional especializada de beisbol leí un compendió de "Bola Cuatro" y comencé a abrir los ojos. Mucho después me entere de la historia de John Montgomery Ward y ya no me gustó el asunto. También en México Héctor Espino exigiendo su parte a Canavati y su castigo por tal atrevimiento y lo de 1968 con Hermosillo. Y eso que era Espino, qué sería con cualquier otro. Luego lo de la ANABE.
De Espino recuerdo que leía de sus logros cuando todo estaba bien, pero cuando se trataba de negociar su contrato leía en los periódicos y revistas los adjetivos, "indisciplinado, malagradecido, rebelde, irresponsable, incumplido, etc.
Las huelgas anteriores y ahora con esto de las negociaciones entre sindicado y MLB, ponen de manifiesto para mí, la lucha por los $$$, solamente que ahora los peloteros están en mejor posición ante las arremetidas de los dueños ya que reconozco son deportistas de élite.
Sin embargo, su salario, inclusive el mínimo, no se compara al de un profesional de la ciencia, la medicina, la ingeniería, como los de los Centros de Investigación más importantes o mi exalumno neurocirujano que salva vidas o ingenieros de la industria automotriz o espacial, por citar algunos. E incluso también ya no se diga un trabajador jubilado.
Al respecto, siempre comento con ellos precisamente los salarios mínimos y máximos de estos deportistas y se les abren los ojos.
Creo en los sindicatos y organizaciones que defienden al trabajador, pero ya no cuando solapan sus excesos. Creo en el empresario que quiere tener una ganancia por invertir y arriesgar su dinero, pero no cuando quiere abusar de su fuerza de trabajo y de sus clientes.
Ahora los veo como dos perros rabiosos peleándose a muerte por el dinero que genera esta industria, y con ello parece ser pasan a segundo término pandemias, guerras, crisis, etc.
Creo que Curt Flood y Héctor Espino son antecedentes. Claro en México lamentablemente el pelotero no ha logrado tal avance de organización; espero suceda y pronto.
Últimamente (será por esto de las redes) nos hemos enterado de, lamentablemente tantos caídos en desgracia. Creo que siempre los ha habido, pero no nos enterábamos como ahora.
Por otra parte, asistir en San Diego a un juego para dos personas, estamos hablando de mínimo 80 dlls. sin consumir ni siquiera un vaso de agua dentro del estadio. Ya si le pones un refresco, hotdog y cacahuates, ronda en los 150.
Después de abusos de toda la vida, coincido que la Asociación de Peloteros es muy buena y qué bueno que después de los casos anteriores, más el de Jim "Catfish" Hunter, Andy Messersmith y Dave McNally, su organización se consolidó.
Por ahora, en este caso no sabría evaluar cuál de las dos partes tiene más razón y es la más justa”.