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Con todo se fue el Travieso Arce para criticar la vida privada y adicciones que tuvo Julio César Chávez en una etapa de su carrera deportiva.
Pero el que empezó esta contienda verbal fue Chávez al declarar que ahora cualquier pendejo puede ser campeón las veces que quiera y puso como caso al Travieso.
El resultado fue la presencia de ambos en espacios estelares de los medios deportivos, algo que no lograban desde hace muchos años, tal vez desde que dejaron de ser campeones.
Las travesuras de Chávez y Arce no deben de extrañar, son boxeadores ya retirados que sólo pueden seguir vigente con ocurrencias y escándalos como éste.
La anécdota aviva el morbo y despierta al público que seguramente espera una nueva pelea de exhibición entre ambos, show que ahora tendrá el ingrediente de los insultos por cobrar.
Con esos ingredientes puede ser una pelea más emocionante que las del "Canelo".
